Fundación Triángulo lamenta que el colectivo LGTBI ha pasado de “salir de los armarios” a estar olvidado en un “cajón” de la consejera de Familia

Valladolid

La responsable de la Fundación Triángulo en Castilla y León, Yolanda Rodríguez, aseguró hoy en Valladolid que el colectivo LGTBI+ en la Comunidad ha pasado de “salir de los armarios” a que esté olvidado en un “cajón” del despacho de la consejera de Familia y del presidente de “todos y todas las castellanas y leonesas”. No en vano, lamentó que el olvido del proyecto de ley de igualdad es una forma de “discriminación” y LGTBIfobia institucional de primera nivel. Y es que Yolanda Rodríguez aseveró que Castilla y León será, en breve, la única comunidad sin una ley específica que proteja a las personas LGTBI, incluidas las trans.

Con motivo de la presentación de una campaña en Comisiones Obreras para convertir los centros de trabajo en espacios seguros para las personas LGTBI, la responsable de Fundación Triángulo urgió a la Junta a aprobar una ley por la igualdad LGTBI en la Comunidad que proteja y garantice los derechos del colectivo. Además, reclamó, según recogió la Agencia Ical, la aprobación “inminente” del anteproyecto de ley trans y LGTBI estatal, con el visto bueno del Consejo de Ministros y proceder, así, a la tramitación urgente en las Cortes Generales.

En este sentido, deseó que no haya ningún adelanto electoral a nivel nacional, ya que sería “fatal” para el proyecto de ley, una vez que ya cuenta con todos los informes pertinentes, como el del Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que, incluso, han reconocido la autodeterminación de género que había suscitado debate.

A su juicio, la ley estatal es necesaria para España, pese a que muchas autonomías tienen una legislación específica en materia de derechos LGTBI. “Será una ampliación de muchas de las garantías jurídicas que tengan estas leyes autonómicas por que algunas tienen diez años”, afirmó.

“La democracia, como sistema que protege y garantiza la libertad y la igualdad de derechos, está gravemente amenazada. Las fuerzas de ultraderecha ganan terreno en el ámbito político y también en el social. Los discursos de odio se abren paso cuestionando los derechos humanos, incitando a la discriminación y legitimando la violencia. El verdadero problema es que los discursos de odio se legitiman desde las esferas políticas y se traduce en que hay gente que cree que está legitimado para ejercer la violencia contra los demás”, añadió.

Pese a ello, Rodríguez aseguró que no el colectivo no tolerará retrocesos ni permitirá que estos partidos políticos socaven la convivencia democrático. “Ahora más que nunca, hay que dar un paso más para consolidar la igualdad y enfrentar la discriminación por LGTBIfobia”, manifestó. No en vano, consideró que ampliar derechos es “crucial” para frenar la intolerancia.