Fomento completará ocho años después la conexión de la variante arandina de la A-11 con la N-122
Aunque el tráfico entre Valladolid y Soria ya está desviado desde 2015 por la circunvalación de Aranda su conexión en Castrillo se lleva a cabo a través de un tramo de carretera convencional y una rotonda a la entrada del municipio que suma incidentes de tráfico con cierta periodicidad
Castrillo de la Vega
La lentitud con la que avanza la Autovía del Duero se manifiesta hasta en los detalles menores: no ha sido hasta este mes de mayo, siete años después de que entrara en servicio la variante de Aranda de la A-11 cuando el Ministerio de Transportes ha aprobado el proyecto para conectar ese tramo con la actual N-122, en las inmediaciones de Castrillo de la Vega. Se trata de apenas un par de kilómetros para facilitar el acceso a la circunvalación de los vehículos que llegan procedentes de Valladolid y continúan camino a Soria desviándose para no pasar por el centro de Aranda. Mientras esta conexión sí se ejecutó en Fresnillo de las Dueñas, en Castrillo continúa llevándose a cabo por un tramo de carretera convencional. Se da la circunstancia de que tanto la rotonda como el tramo de vía que la conecta con la variante de Aranda suman incidentes de tráfico con cierta periodicidad.
El BOE publica hoy la aprobación de este proyecto que requiere consulta a a la Confederación Hidrográfica del Duero y para el que el Ministerio encargó a INECO su asistencia técnica el pasado mes de noviembre por valor de 325.000 euros. Pocos días antes la ministra de Transportes había anunciado que estas obras (“las únicas pendientes de la A-11 en la provincia de Burgos” según indicaba literalmente la nota de prensa que difundieron sus asesores de comunicación) se llevarán a cabo en 2023, por lo que este medio año largo de 2022 se empleará en los mencionados trámites de información pública y recepción y resolución de alegaciones.
El proyecto, que ha recibido la declaración de urgente, incluye la afección de terrenos de cuatro municipios, Haza, Fuentecén, Fuentelisendo, Castrillo de la Vega y Roa, pese a que el tramo que se construirá es de apenas dos kilómetros y supondrá alejar ligeramente hacia el oeste la actual rotonda de acceso. Los ayuntamientos de estos municipios tendrán expuesto el proyecto durante 30 días para que puedan llevarse a cabo las reclamaciones o correcciones de errores pertinentes de cara a futuros procesos de expropiación.
Curiosamente los 325.000 euros en los que se autoconcertó la asistencia técnica de la entidad pública INECO para la redacción de este proyecto de apenas dos kilómetros (160.000 euros por kilómetro) superan ampliamente los 200.000 euros presupuestados este año para el resto de la autovía del Duero a su paso por la Ribera del Duero burgalesa, que suman alrededor de 40 kilómetro (cinco euros por kilómetro aproximadamente). De momento no hay noticias de ningún avance hacia al este, en el malhadado tramo entre Aranda y Langa de Duero, que tiene que relicitarse después de que quebraran por la crisis las empresas que lo estaban llevando a cabo sin haber completado ni el 90% de la ejecución y después de que INECO tardara tres años en reelaborar el proyecto. Y también sin noticias del tramo entre Castrillo y el límite con la provincia de Valladolid, en el que el ministerio tuvo que prorrogar el trámite ambiental para evitar que, tras cuatro años sin hacer nada, el trámite caducara y hubiera que comenzar de nuevo el proceso.
Elena Lastra
Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora de 'Hoy por Hoy Aranda'