Risco y Galana, los primeros quebrantahuesos que surcan los cielos de Gredos en 80 años
Ya están viviendo en libertad tras un mes de adaptación a su nuevo hogar

Un quebrantahuesos en pleno vuelo

Zapardiel de la Ribera
Risco y Galana son dos quebrantahuesos con casi cuatro meses de vida. Son los primeros que vuelven a surcar el cielo de la abulense Sierra de Gredos, después de ochenta años sin estas aves necrófagas que desaparecieron de esta provincia por las malas prácticas humanas ya que fueron un trofeo muy cotizado por los cazadores a finales del XIX y principios del XX y además sucumbieron víctimas de la colocación de cebos envenenados en el campo. Se extinguieron prácticamente en toda España quedando solo una colonia en los Pirineos.
Estos dos ejemplares, cedidos por el Gobierno de Aragón en el marco del proyecto "Life Corredores por el Quebrantahuesos", han experimentado por primera vez lo que es la libertad en una ceremonia llena de emoción, en la que los asistentes han tenido que abandonar el lugar para no perturbar su primera salida desde las jaulas. Unas jaulas de 3 metros de ancho por 1,90 de altura en cada caso, instaladas en el "Risco Redondo", de Zapardiel de la Ribera (Ávila), de ahí el nombre del ejemplar macho, mientras que su compañera Galana recibe el nombre de otro pico de Gredos.
En ambos casos, la elección se debe a los escolares de esta zona de la vertiente norte del macizo abulense, que este martes ha vivido un momento "muy relevante para la conservación en Gredos y en España", según ha señalado el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, José Ángel Arranz.
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En el mismo sentido se ha expresado Gerardo Báguena, presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, con la que la Junta de Castilla y León ha colaborado en este proyecto que en los próximos 5 años pretende introducir en este territorio a 15 ejemplares para constituir un núcleo fundador de la especie en el centro de España.
Y todo ello dentro de un programa integral de recuperación de esta ave carroñera, bajo el amparo del proyecto LIFE Pro Quebrantahuesos (LIFE20/NAT/ES/0001363), que cuenta con la cofinanciación de la Comisión Europea, los gobiernos autonómicos de Aragón, Asturias, Castilla y León y Cantabria, así como del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de OAPN y Endesa.
Con un presupuesto de 2,68 millones de euros, este proyecto trata de recuperar esta especie que, según ya alertó el añorado naturalista burgalés, Félix Rodríguez de la Fuente, sigue estando en peligro de extinción, aunque él hizo ese llamamiento en un momento en el que en España apenas existía conciencia ecológica.
Además, según han subrayado Arranz y Báguena, este proyecto también trata de impulsar "el desarrollo rural de la zona", de ahí su "vocación social", demostrando que existe la posibilidad de que exista "la convivencia con biodiversidad".Risco y Galana, que en la actualidad tienen 115 y 121 días, pero que llegaron a la Sierra de Gredos con 86 y 92 días cada uno, nacieron el pasado febrero en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH), procedentes de huevos rescatados de nidos de alto riesgo, situados en el Pirineo aragonés.Ahora, tras completar de manera satisfactoria el proceso de cría y aclimatación con un "protocolo inédito en Europa", según el presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, ya están preparados para afrontar su nueva vida en libertad.
Para ello, han tenido que abandonar este martes las grandes jaulas en las que han permanecido aislados durante el último mes, para comenzar a "fidelizar su territorio" y empezar a volar, de manera que "se queden en Gredos, sean padres de los primeros quebrantahuesos" medio siglo después de su extinción.
Mientras superan el primer año de vida, que a juicio de Gerardo Báguena es "el más crítico" antes de que sean autónomos, los dos ejemplares estarán vigilados y controlados a partir de los dos dispositivos satélite que ambos llevan incrustados en su espalda, para conocer sus movimientos y ubicación "en tiempo real".
Tardarán cuatro años en poder reproducirse. Y ese será otro momento clave del programa. A partir de ahora, Risco y Galana inician ese periodo de adaptación en la Sierra de Gredos. En principio es un lugar muy adecuado para ellos, puesto que son aves de alta montaña y no les va a faltar alimento gracias a la población de cabra montesa.




