Sin prisa, pero sin pausa

El fichaje del nuevo entrenador de la Cultural lleva su propia programación, distinta a la de la confirmación oficial o la presentación ante los medios. El club maneja con tiento los tiempos para el anuncio de Eduardo Docampo porque todos los detalles importan. Más aún en una situación peculiar por cuanto los caminos del director deportivo y del técnico se cruzaron de una manera inesperada. De hecho, el club ya tenía adelantada la incorporación del que fuera entrenador del Calahorra cuando revisaba el casting de directores deportivos a medida que se caían candidatos.

El encuentro entre José Manzanera y Docampo ha sido natural, como su carácter. Hace una semana el valenciano tomó posesión de su cargo, asumió la coyuntura del banquillo y automáticamente se puso manos a la obra en comunicación con la persona con la que tratará de llevar a la Cultural a buen puerto. Hoy dieron un paso más. Este martes se produjo el primer encuentro físico entre ambos, fuera de León y con la presencia de Felipe Llamazares. Durante varias horas plasmaron sus intenciones para seguir avanzando en la idea sobre la que perfilar el proyecto que les unirá, al menos, hasta junio de 2023.

Una jornada satisfactoria que tendrá su continuación en la distancia a expensas de la llegada de Docampo al Reino de León, hecho que se producirá en los próximos días. Sin embargo, la maquinaria deportiva ya está en marcha. La Cultural tiene entrenador y el resto es puro formalismo, un escena, el envoltorio adecuado para que el ruido deje paso a la calma, tan necesaria en la casa blanca donde, a su manera, los dirigentes buscan la llave maestra