La casa de la calle Hontanar queda libre de okupas
Agentes de la Policía Nacional obligan a sus inquilinos ilegales a dejar la vivienda con una sentencia judicial

Puerta y ventanas tapiadas del número 4 de la calle Hontanar / Vicente Herrero

Aranda de Duero
El número 4 de la calle Hontanar ya está libre de okupas. Agentes de la Policía Nacional desalojaban este martes a los inquilinos que se habían establecido ilegalmente en esta casa baja de esta calle del barrio de Santa Catalina, en las traseras de la calle Hospicio.
Los titulares tuvieron que acudir a la vía judicial para recuperar este inmueble, que no es su vivienda habitual y que habían visto cómo estaba ocupado por varias familias. Después de un largo proceso, ya había una sentencia que obligaba a los okupas a abandonar la vivienda, pero no ha sido hasta esta semana cuando los agentes de este cuerpo acudieron a hacer efectivo el desalojo.

La puerta de la cochera también está tapiada / Vicente Herrero

La puerta de la cochera también está tapiada / Vicente Herrero
Por orden judicial también la puerta principal, la de la cochera y las ventanas de la casa han quedado tapiadas para evitar que vuelva a ser invadida hasta que los dueños adopten otras medidas para evitarlo.
En el entorno de esta vivienda había un cierto malestar entre los vecinos de las casas colindantes ante el ajetreado movimiento que se registraba con un alto número de personas entrando y saliendo del inmueble.
El presidente de la Asociación de Vecinos explica que en su momento, hace ya un tiempo, hubo una falsa alarma en la que pensaron que los okupas abandonaban la vivienda, pero lo que hicieron fue vaciarla de algunos enseres, incluidos los radiadores de hierro para llevarlos a vender. “Hubo un primer juicio donde sentenciaron que tenían que abandonar la vivienda y todos convencidos de que lo iban a hacer, porque resulta que cargaron materiales en la furgoneta, incluidos los radiadores de hierro, pero lo que hicieron fue ir a venderlos y luego por la noche regresar y quedarse hasta ahora que ya se ha ejecutado la sentencia”, explica Antonio Adeliño.
Dar la voz de alarma sin tiempo a que cambien la cerradura
Esta era una de las viviendas habitadas ilegalmente del barrio. Que la asociación tenga constancia de ello al menos, hubo otro caso con cierto revuelo en la calle Rinconada, donde la Policía pudo desalojarla en una primera ocasión sin darles tiempo a cambiar la cerradura y en un segundo intento fue el revuelo que formaron los vecinos del entorno el que logró un desalojo voluntario.
El representante de este colectivo vecinal insiste en la necesidad de dar la voz de alarma en cuanto se tiene noticia de un episodio de este tipo para que se pueda considerar allanamiento de morada y no ocupación ilegal, que supone un largo proceso judicial hasta recuperar el inmueble. “Muchas veces en estos casos son los vecinos los que tienen que dar la voz de alarma para que el propietario en cuanto pueda presente la denuncia, porque si dejamos pasar dos días la hemos liado: ya no hay forma de echar a los nuevos inquilinos de tu vivienda de toda la vida, donde tienes toda la documentación, y es un problema que el que lo sufre termina de los nervios”, añade Adeliño.

Vicente Herrero Carreter
Responsable de Informativos en la SER de Aranda. Presentador de Hora 14 Edición Ribera.




