Al fin parece poder verse una luz en el trágico incendio que desde el pasado miércoles está asolando la Sierra de la Culebra: la Guardia Civil informa que desde las ocho de la mañana se está procediendo al realojo de los vecinos de las muchas localidades que durante esos días han tenido que ser evacuadas. Por tanto, se espera que en breve todos puedan volver a casa. Asimismo, las condiciones han permitido la reapertura de carreteras, incluyendo las nacionales (N-631 y N-525), y la circulación ferroviaria, tanto la convencional como la línea del AVE El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado que el incendio se da por estabilizado, aunque todavía fuera de control. «En terminología de los propios profesionales, el incendio está estabilizado, aunque tenemos que hacer un esfuerzo por controlar definitivamente el incendio y crucemos los dedos, si la climatología acompaña lo conseguiremos esta tarde», ha dicho. Asimismo, ha anunciado un plan especial para recuperar tanto medioambientalmente como socioeconómicamente la zona afectada por el incendio de la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora. Mañueco ha visitado el centro de mando avanzado de las tareas de extinción del incendio en Sarracín de Aliste (Zamora) y ha asegurado que el Ejecutivo autonómico trabaja ya en ese plan especial que acometerá «de la mano del Gobierno de España y escuchando y atendiendo a los vecinos». Para ello se ha comprometido a escuchar las necesidades y las pérdidas que han tenido los afectados y atenderlas teniendo como cauce de intermediación a los ayuntamientos, que serán los encargados de recoger las peticiones. El presidente autonómico, que ha comparecido junto a la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha declarado que van a responder «desde todas las administraciones y desde todos los rincones» como lo han hecho en otros momentos en situaciones parecidas. «Si respondimos en el pasado, también vamos a responder en estos momentos», ha declarado Fernández Mañueco, que ha agradecido y ha reconocido a quienes «con mucho civismo» han soportado la situación y han obedecido las recomendaciones de las autoridades, tras lo que se ha comprometido a resolver los problemas que han generado las dificultades derivadas del incendio. Ha destacado que, si en la jornada del sábado eran cerca de medio millar los efectivos que actuaban en el incendio, este domingo su número se ha elevado hasta casi setecientos y, una vez estabilizado el fuego, ahora los esfuerzos se centran en controlarlo y «si la climatología acompaña lo conseguiremos esta tarde», ha asegurado. Fernández Mañueco ha agradecido la colaboración del Gobierno de España y de todas las Comunidades que han aportado medios a las tareas de extinción porque «se han volcado» y han demostrado que la España de las autonomías «funciona». Una serie de dotaciones de Bomberos de las ciudades de Ávila, León, Valladolid y próximamente también de Segovia, además de la capital zamorana, se han desplazado hasta la Sierra de la Culebra para contribuir a la lucha contra el incendio desatado en esta zona, que ha carbonizado ya 25.000 hectáreas. En el caso de la capital abulense, una dotación del Servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento salió este sábado en dirección a la Sierra de la Culebra para ayudar en las labores de extinción. Pese a ello, han advertido de que, aunque las condiciones del tiempo son favorables a primera hora de la mañana, se espera que a lo largo del día vuelvan los vientos de alta intensidad que complicarían de nuevo la situación. La Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales de Tabuyo del Monte (León) ha logrado esta madrugada apagar un frente de cuatro kilómetros en Junquera de Tera, donde actuó hasta las dos menos cuarto de la madrugada, mientras que la de Laza (Orense) prolongó su trabajo hasta las tres y cuarto de la mañana. Con la salida del sol, los medios aéreos han vuelto a incorporarse a las tareas de extinción que, tras rebasar ya los límites de la reserva de caza de la Sierra de la Culebra, se extienden hasta el valle del río Tera. La Comunidad de Madrid ha trasladado este domingo a Castilla y León una treintena de efectivos y ayuda material, con más de una decena de vehículos, para incorporarse a las labores de extinción del incendio de la Sierra de la Culebra, en Zamora, que ha afectado ya a más de 25.000 hectáreas. El Gobierno autonómico explica en una nota que estos recursos se suman al helicóptero bombardero que ya se desplazó hasta la zona el pasado jueves. En concreto, Madrid ha enviado tres dotaciones de Bomberos de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM) con dos bombas forestales pesadas y una bomba nodriza, así como dos brigadas forestales con dos bombas pesadas. Se suma también un bulldozer para la creación de cortafuegos, cinco vehículos ligeros de jefatura y apoyo logístico y una ambulancia de soporte vital avanzado del SUMMA 112. Todo el equipo ha partido esta mañana a primera hora de la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), en Pozuelo de Alarcón, y se pondrá a disposición del director de extinción para el trabajo que se le encomienden. Damnificados del incendio han criticado que las evacuaciones de vecinos fueran generalizadas y han constatado que, si no es por los que se quedaron, habría habido casas quemadas. En esa reflexión han coincidido dos ganaderos de pueblos vecinos, José Antonio Morán, de Villardeciervos, y José Manuel Soto, de Cional, el primero de ellos uno de los que se quedó desoyendo la recomendación de evacuación y el segundo de los que se marchó pero que solo tiene palabras de agradecimiento a los que salvaron de las llamas un barrio del pueblo. Morán ha perdido una cuarentena de colmenas pero eso lo ha considerado un mal menor al haber podido salvar al menos el cebadero de porcino que tiene fuera del casco urbano y su casa, que es de las primeras del pueblo y está próxima a una zona boscosa. «Si no me hubiera quedado se habrían quemado», ha asegurado a Efe este vecino de Villardeciervos, que ha explicado cómo las llamas prendieron unas hierbas junto a su casa y, gracias a que cambió el la dirección del viento, pudo acceder a la parte trasera de la vivienda y apagar el fuego. Posteriormente, al ver que las llamas avanzaban hacia donde tenía el cebadero de porcino fue hasta allí y «refrescándolo con agua se pudo salvar; de no haber estado se habría quemado», ha sentenciado. Aunque el incendio ha sido muy grave medioambientalmente, ha opinado que si no ha habido grades desgracias en propiedades ha sido gracias a las patrullas de vecinos que se quedaron en los pueblos desalojados, porque en el operativo de extinción ha detectado «descontrol» y falta de organización. A su juicio, se puede evacuar a la gente mayor y a la que voluntariamente desee irse pero se debe dejar «a la gente joven apagando y así se salva la situación» y además porque son quienes conocen el término municipal. En esa apreciación ha coincidido con el ganadero de Cional y responsable comarcal de la organización agraria COAG, José Manuel Soto, que además ha asegurado que los vecinos de la zona están «cabreados» con la Junta de Castilla y León por el operativo de extinción y han sentido «impotencia» por la falta de medios. «¿Cómo puede ser que el fuego empiece el miércoles y cuando de verdad se pida auxilio para movilizar medios sea el sábado, el cuarto día de incendio, en una zona tan conflictiva como es la Sierra de la Culebra por el territorio que tenemos?», se ha preguntado. Se ha mostrado crítico con los políticos, que «ahora prometerán el oro y el moro pero nos habéis dejado en la miseria» y ha sostenido que la indignación es «tremenda» entre la población damnificada. Soto ha lamentado que en su pueblo se haya quemado un pinar de más de 300 hectáreas, castaños, colmenas, y la mayor parte de la zona de playa del embalse. Pese a ello ha aplaudido el trabajo realizado por retenes llegados de Castilla-La Mancha, bomberos portugueses y algunos vecinos que decidieron quedarse en el pueblo para ayudar en la extinción porque «eso ha librado que una parte del pueblo no se quemara» y que se salvara una de las barriadas del casco urbano.