Los entrenadores leones también triunfan

León

El balonmano leonés no sólo exporta jugadores como es el caso de Mario López, Jaime Fernández, los hermanos Pérez Arce o Javi García. Ahora los entrenadores leoneses también son codiciados y tienen que abandonar su tierra para buscarse un futuro profesional. Dos ejemplos de esta situación son Raúl García Quiñones y Guillermo Algorri.

Raúl García Quiñones empezó su carrera en los banquillos en el ABANCA Ademar. Primero ejerció como entrenador y preparador físico en las categorías inferiores de donde pasó al primer equipo, Rafa Guijosa fue el entrenador que le dio la alternativa. Desde León se fue a Segovia para ser el segundo entrenador del BM Nava primero con Dani Gordo, luego con Diego Dorado y después con Zupo Equisoain. El descenso del equipo segoviano a la División de Honor B le llevó a replantearse su futuro y no dudo en aceptar la oferta del Al Ahly egipcio donde compartirá el banquillo con Dani Gordo

Guillermo Algorri es un “currante” del balonmano. Su deseo de ser entrenador de balonmano le ha llevado a estar en varios lugares como el BM Zamora o las selecciones de Castilla y León. La pasada temporada estuvo al frente del Rodríguez Cleba consiguiendo el ascenso a la División de Honor Oro. El club decidió no prorrogar su contrato. La próxima temporada estará en el BM Nava de la División de Honor Plata como segundo entrenador a las órdenes de Álvaro Senovilla. El objetivo de devolver al equipo segoviano a la Liga Asobal