Agua verde y peces muertos: esta es la impactante imagen que presentan Fuentes Claras y Las Cogotas

Ávila

La Confederación Hidrográfica del Duero y la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León están haciendo un seguimiento de la situación de los embalses de Fuentes Claras y de Las Cogotas tras la aparición de peces muertos por un crecimiento masivo de algas microscópicas que han teñido el agua de un intenso color verde.

Desde la Confederación aseguran que "casi con total seguridad" esta explosión de fitoplancton se debe a "una cianobacteria del género Microcystis". "Esto suele ocurrir en masas de agua eutróficas, es decir, ricas en nutrientes (nitrógeno y fósforo principalmente)" cuando están retenidas y las condiciones ambientales de luz y temperatura son propicias. Y explican que "aparecen y desaparecen de forma imprevisible".

Lo que está claro es que ha habido un incremento de nutrientes en la zona, que puede deberse a varias causas. Fuentes del organismo regulador de la cuenca citan, entre otros, a actividades ganaderas, agrícolas y aguas residuales.

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El pasado 23 de junio la Confederación Hidrográfica del Duero comunicó a la Junta de Castilla y León y al resto de administraciones competentes lo que estaba ocurriendo en ambos embalses. Desde entonces desde el Servicio Territorial de Sanidad se está haciendo un seguimiento. La única solución para evitar esos crecimientos masivos pasa por reducir la carga de nutrientes.

Los técnicos de la CHD advierten de que "algunos géneros de cianobacterias son habitualmente productores de toxinas (cianotoxinas) que pueden afectar a los seres humanos si el agua se destina a abastecimiento o a un uso recreativo". Por ello es necesario incrementar los controles analíticos. Y en caso de que se tuviera que destinar al consumo habría que tomar medidas para garantizar su potabilidad. "La utilización de filtros de carbón activo resulta muy eficiente", dicen.

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Varios municipios de La Moraña se abastecen de agua de Las Cogotas a través de la Estacón Depuradora de Cardeñosa. El jefe del Servicio Territorial de Sanidad, Luis González Maroto, asegura que no han detectado presencia de cianobacterias en el agua que sale de esa ETAP. "Todos los días desde la captación tienen que hacer un control de una serie de parámetros como Ph, turbidez, olor...y semanalmente hacen un control de microcistinas en el agua captada directamente del embalse, en el agua una vez pasada por los filtros de arena y en el agua con tratamiento final. Y es ahí donde nosotros tenemos que asegurar que no existe riesgo para el consumo humano y hasta ahora está controlado perfectamente".

La captación de agua que va a la ETAP de Cardeñosa está a unos cuatro kilómetros de la cola del pantano donde se ha producido esta explosión de microalgas.

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Esta situación no afecta a la ciudad de Ávila que actualmente se abastece solo del agua embalsada en Becerril y Serones, que están por encima del 90% de su capacidad. Fuentes Claras es una presa que el Ayuntamiento usa para bombear agua hasta la potabilizadora en momentos de sequía, como ocurrió en el año 2019.

Pero además el comité de expertos que se creó para buscar soluciones a medio y largo plazo a la escasez de agua para consumo humano que sufre periódicamente la ciudad concluyó que había que introducir Fuentes Claras en el sistema habitual de abastecimiento y no reservarlo para momentos puntuales. Y así lo ha solicitado el equipo de gobierno municipal a la Confederación del Duero el pasado mes de marzo, sin que todavía se haya dado el visto bueno al cambio de uso.

En el pasado el pantano de Serones, en el río Voltoya, ha sufrido también episodios de eutrofización y eso se ha dejado notar en los grifos con mal olor del agua y, a veces, un color marrón que ha provocado las quejas de los ciudadanos. Uno de los problemas que tiene ese pantano es que tiene poca profundidad y una lámina de agua muy amplia con lo que cuando hace calor no solo se favorece la evaporación sino también se incrementa el crecimiento de algas.