El precio del abandono: el tramo Langa-Aranda de la A-11 triplica su precio tras quedar suspendido hace una década

Ribera del Duero

Si todo hubiera ido sobre lo previsto, hace casi diez años que podríamos hacer en autovía el trayecto entre Aranda y los primeros kilómetros de la provincia de Soria. En 2008 el Ministerio de Fomento licitó las obras de los aproximadamente 20 kilómetros de la A-11 entre Langa de Duero y Aranda. Tenían un plazo de ejecución de 45 meses (algo menos de cuatro años), por lo que se esperaba inaugurarse en el año 2012. Sin embargo, la crisis económica de principios de siglo provocó que en 2011 apenas estuvieran ejecutados un 5% de los trabajos, que el entonces Ministerio de Fomento dio por suspendidos por las dificultadas de las empresas adjudicatarias, la UTE formada por Isolux-Corviam y Zarzuela,

Y a partir de ahí, el abandono. Pese a que en sucesivas convocatorias electorales quienes estaban en el gobierno y quienes aspiraban a estarlo se cansaron de repetir su apuesta por la A-11, lo cierto es que ni unos ni otros consideraron esta obra prioritaria. Cuando quisieron retomarla había pasado una década desde su primera licitación, lo que puso de manifiesto la necesidad de rediseñar el proyecto antes de buscar nuevas empresas que se hicieran cargo de ejecutarla.

Y para no perder la costumbre, de nuevo la dilatación inexplicable de los tiempos. En 2018 el Ministerio de Fomento anuncia el encargo a la empresa pública INECO de rediseñar el proyecto sin fijar plazos, así que la entidad se lo toma con calma: la revisión del trazado no estará lista hasta tres años después, en noviembre de 2021.

Este jueves 28 de julio de 2022 acaba de aprobarse definitivamente el trazado de este tramo para poder iniciar otra vez el trámite de licitación. Y se acompaña de la previsión de lo que costará construirlo: 166,8 millones es lo que espera gastarse el Ministerio en esta inversión. Y lejos de ser una cifra indicativa de lo mucho que el Gobierno apuesta por esta infraestructura, como sugiere la nota de prensa del Ministerio de Transporte, lo que indica es el precio del abandono y el olvido de los proyectos públicos: es casi el triple de lo que hubiera costado inicialmente, cuando en 2008 se licitaron estas obras por 64,13 millones de euros. Sí hay que tener en cuenta que el nuevo proyecto incluye un tramo nuevo de 1,4 kilómetros entre el futuro trazado de la autovía y el actual enlace con la N-122 en Fresnillo de las Dueñas, además de la obra del semienlace oeste de Langa, que también se abandonó en 2020 y que en aquel momento se había licitado por 1.100.000 euros. Dos incorporaciones al proyecto que difícilmente justifican los más de 100 millones de incremento de su precio.

No hay partido político de ámbito nacional que pueda lavarse las manos en este ejemplo patente de ninguneo a la España Vaciada: desde que esta cadena de despropósitos comenzara en 2008, PP y PSOE se han sucedido varias veces al frente del gobierno de la nación. Los populares con el apoyo extragubernamental de Ciudadanos apoyando sus presupuestos, y en el caso del PSOE, en los últimos años, en coalición con Podemos e IU.