El fuego se ha llevado encinas y robles centenarios entre Otero y San Miguel de Langre

Ponferrada

Prácticamente extinguido. Así es como se encuentra en estos momentos el fuego declarado en el paraje conocido como El Caleyo, un punto ubicado en montes de Otero y desde el que las llamas se extendieron hasta la Sierra de San Miguel de Langre.

"Hay que ir allí exprofeso, por allí no se pasa nunca", lamenta el alcalde de Berlanga, César Álvarez, quien tiene claro que el fuego ha sido intencionado como los muchos otros que se provocan año tras año entre estas poblaciones. "Hace cuatro años que las llamas también se llevaron 1,5 hectáreas y a punto estuvieron de llegar a las casas en un incendio y todos los años hay algún foco que parte de Langre", explica Álvarez quien tiene claro que éste, al igual que el resto, "tienen detrás a un pirómano". Aunque en numerosas ocasiones se ha pedido más vigilancia y control, el regidor es consciente de que "es difícil llamar al sentido común de estas personas que atentan contra el medio ambiente de esta manera".

Aunque por la noche el viento jugó en contra, las brigadas y los medios aéreos desplazados a la zona han conseguido contener el avance de los frentes y a esta hora se encuentran repasando el perímetro para evitar reproducciones de las llamas.

A falta de un balance oficial, el alcalde calcula que, hasta el momento, se hayan quemado más de 200 hectáreas en la distancia de dos kilómetros que ha recorrido el fuego y en la que se ha llevado por delante una "devesa" de robles y un bosque de encinas centenarios, además de pinos, cerezos y matorral. Los daños medioambientales son por tanto, remarca, muy importantes para esta zona en la que además se había trabajado para podar y mantener sanos todos los ejemplares,