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El PGOU se aprueba con la oposición del PSOE y los no adscritos Sergio Ortega y Mar Alcalde

El documento depende ya de la aprobación definitiva de la Junta de Castilla y León

PSOE y los no adscritos ex socialistas votaron en contra / Vicente Herrero

Aranda de Duero

La Corporación local arandina daba este viernes su aprobación provisional al nuevo Plan General de Ordenación Urbana, sin muchas sorpresas, en un pleno extraordinario que comenzaba a las ocho y media de la mañana, este documento, que septiembre de 2020 recibió la aprobación inicial, seis años después de haber revocado por un defecto de forma este mismo trámite, que ya se había producido en 2014, pasaba el último filtro en lo que corresponde a la administración local. Es ahora a la Junta de Castilla y León la que le corresponde dar su aprobación definitiva.

El concejal de Urbanismo pedía el apoyo del resto de los grupos políticos para culminar este larguísimo proceso y poner en orden el urbanismo de la capital ribereña. Alfonso Sanz expresaba que este documento, aunque es susceptible de modificaciones, resuelve muchas cuestiones, abriendo la puerta, por ejemplo a posibles ampliaciones de las grandes empresas que tiene el municipio.

Sanz sugería al resto de la Corporación que no ponga el acento en los detalles del plan, sino en la importancia de aprobar este documento para no poner palos en la rueda del desarrollo urbanístico de la localidad. “No nos fijemos en los pequeños detalles: por una escalera, por una acera… no nos podemos fijar en eso, tenemos que verlo en conjunto”, pedía el edil popular.

Si la aprobación inicial se había hecho en septiembre de 2020 con los votos en contra del PSOE y las abstenciones de los no adscritos, Mar Alcalde y Sergio Ortega, en este caso, estos dos últimos decidían esta vez votar en contra por entender que el equipo de gobierno rema a favor en este documento de los intereses de la Junta de Castilla y León. “Ellos son los más beneficiados ellos: hacen caja, trincan la pasta de Aranda, no nos dan dinero más que migajas, porque ustedes no son capaces de plantarle cara a sus jefes, porque adoran sus asientos y así estamos y ya sé que se ofenden y se molestan cuando digo que no hay líderes, pero es que ustedes no son líderes”, criticaba Sergio Ortega.

El PSOE también reeditó su voto negativo de la aprobación inicial de hace dos años. Su portavoz, que considera que el plan nace obsoleto y no resuelve el problema que tiene Aranda de falta de suelo industrial que ofrecer en caso de una hipotética demanda de alguna empresa de gran calado, insistía en el debate que esta revisión urbanística implica una serie de recalificaciones que obedecen a decisiones políticas con las que no está de acuerdo. “Sí que discrepamos y por eso votamos en contra en las cuestiones de oportunidad no las de legalidad unos creen que unos terrenos que eran rústicos deben pasarla urbanizables y otros que eran urbanizables deben pasar a rústicos y nosotros miramos que hay otros terrenos en esta ciudad”, expresaba Ildefonso Sanz.

En la votación, además del bipartito, dieron el ‘sí’ a este documento el edil no adscrito Vicente Holgueras y el concejal de Vox, Sergio Chagartegui, que aunque manifestó sus dudas, explicó que esta postura obedece a una “obligación moral” y al principio de aceptar un “mal menor” antes que bloquear de nuevo una cuestión tan importante. Se abstuvieron Podemos e Izquierda Unida, que coinciden en que no es el Plan General que ellos quieren para Aranda.

 
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