Una cámara grabó in fraganti al sospechoso de quemar coches en plenos preparativos

Aranda de Duero

Se quitaba la camiseta, la impregnaba en una sustancia y la prendía para utilizarla como mecha. Esto es lo que refleja la grabación de una cámara en un edificio privado que ha dado a la policía el espaldarazo definitivo para detener al sospechoso de la quema de vehículos en los últimos meses en Aranda, un hombre de 39 años. Pero el hallazgo en la cámara no ha sido una causalidad sino el resultado de afinar la investigación a medida que se iba estrechando el cerco sobre este individuo, que merodeaba por el lugar de cada hecho llegando incluso a avisar de alguno de los incendios.

Tras definir pautas de actuación repetidas en cada incendio los investigadores determinaron el posible itinerario previo al último episodio, localizando en este trayecto cámaras de grabación de edificios públicos y privados. El contenido de una de ellas fue determinante para decidir la detención del sospechoso. “Empezamos a recuperar trozos de tela en la superficie de los neumáticos de alguno de los incendios. En ese contexto, al establecer un posible itinerario y revisar todas las cámaras de lo cubren, tuvimos la fortuna -porque la suerte influye en todo- no solo de poder establecer a esas persona en la vía pública, sino tenerlo en la forma de actuar: se quita la camiseta, la impregna en una sustancia, la prende fuego y eso es lo que coloca en las ruedas” detalla el Jefe de la Comisaría de la Policía Nacional en Aranda, Joaquín Gomá. “El mayor problema que tenemos no es saber quién es, sino romper la presunción de inocencia. Entendemos que una vez que tenemos grabado el modus operandi podemos adjudicarle el cómputo de la quema de vehículos y que está rota la presunción de inocencia.”

Una vez detenido y antes de pasar a disposición judicial los interrogatorios y otras pesquisas tratarán de profundizar en las motivaciones de esta conducta de la que parece desprenderse una alteración del comportamiento social. Se le investiga por varios delitos de daños derivados de su presunta responsabilidad en haber provocado 9 incendios entre abril y agosto de este año que provocaron desperfecto en 21 vehículos y en la fachada de un edificio.

El detenido era natural y vecino de Burgos, aunque también habitante ocasional de Aranda. Y no era un desconocido para la policía: cuenta con siete detenciones previas, aunque ninguna por delitos de similares características a los que ahora se le imputan.