Ultramarinos Candamo echa el cierre tras 172 años

segovia

En 1850 un gallego que llegó a Segovia para hacer el servicio militar, y pensó que abrir una tienda de ultramarinos en la Calle San Francisco era un buen negocio. 172 años de trayectoria, hablan muy bien de Antonio Candamo Rivas, fundador de Ultramarinos Candamo, y tío-tatarabuelo del último propietario, Eduardo Doldán.

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Dos cambios de siglo, una Guerra Civil y la reciente pandemia de COVID-19 ha superado este comercio tradicional, donde hasta el pasado viernes de despachaban productos de alimentación entre los que destacaban las legumbres, las conservas y el bacalao salado. El orden y colocación de los productos era una seña de un comercio de los clásicos, así como ese olor característico de los comercios antiguos, de los que poco a poco van desapareciendo de las ciudades.

En los últimos tiempos el negocio estaba más enfocado al turismo, dada su buena ubicación, ya que desde su puerta se divisa la Plaza del Azoguejo y su Acueducto, y el paso de segovianos y visitantes era constante por su puerta.

En 2016 el comercio recibió el galardón a la Empresa Centenaria otorgado por parte de la Cámara de Segovia, premio que recogió la última generación detrás del mostrador.

La persiana de Candamos se ha bajado por última vez y ahora luce un cartel de despedida a sus clientes y los segovianos en general. El local espera nuevos usos comerciales, que seguro que no le van a faltar, dada su buena ubicación en el corazón turístico de la ciudad.

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