El Pucela regala un gol tras firmar una gran segunda parte (1-1)

Valladolid

Se puede decir que el Real Valladolid se reencontró a si mismo en la segunda parte del partido ante el Sevilla. Porque la primera mitad fue muy parecida a la de la primera jornada ante el Villarreal. El Valladolid, un poco asustado, apenas logró salir de su campo, eso sí con una ocasión clarísima tras un regalo de la zaga sevillista que Guardiola no acertó a convertir en gol. El equipo de Lopetegui fue dueño y señor en casi todos los sectores durante los primeros 45 minutos, aunque tan poco contó con ocasiones muy claras. Un disparo de Rafa Mir y un tiro al palo de Lamela. El resto, dominio pero sin brillo.

En la segunda parte cambió el panorama. El equipo de Pacheta agrandó su autoestima y se fue estirando. Un claro penalti a Guardiola que ni el árbitro y ni el VAR vieron, avanzaba que el cambio de tendencia estaba llegando. Apareció Aguado para robar un balón de cabeza en la zona de tres cuartos, y Anuar con una gran jugada personal digna del mejor delantero consiguió el gol que adelantaba a un Valladolid mucho más seguro que ya jugaba de tu a tu a un Sevilla que por momentos se vio superado. Transcurría el minuto 80.

Después llegó la jugada desgraciada del partido, un balón fácil para Asenjo al que el portero acude con dudas ante Joaquín, que intentaba protegerle. El balón quedó suelto y Rekik aprovechó el regalo para poner el empate definitivo en el 83' de juego.

El Yamiq, que tuvo que ser sustituido en la primera parte por un golpe en la cadera, fue expulsado en el tiempo de descuento tras una tangana tras una patada de O Campo a Olaza al lado justo del banquillo pucelano.