Incertidumbre en los centros infantiles privados a menos de un mes del inicio del curso para niños de dos a tres años

Palencia

Los centros privados que han optado por convertirse en escuelas infantiles para la impartición gratuita de la enseñanza a niños de dos a tres años que promueve la Junta de Castilla y León, asisten con inquietud a la falta de concreción por parte de la administración autonómica sobre las condiciones que deben cumplir y que conllevan importantes inversiones. El curso arranca el 9 de septiembre, está a la vuelta de la esquina, y todo lo que saben es de palabra, sin que dichas condiciones se hayan publicado. Tendrán que acometer cambios profundos en sus locales y ni siquiera saben cuando percibirán las ayudas comprometidas por la Junta.

A priori, según ha explicado a Radio Palencia de la Cadena SER, Yolanda Rodríguez del Centro Infantil "El Gusanito", a priori las ayudas llegarían en dos plazos. La primera en noviembre, dos meses después del inicio del curso y la segunda en abril de 2023. Es decir, esto implica que los centros tengan que adelantar la inversión que supone las adaptaciones que tienen que asumir, además de la adquisición de material y el pago a los trabajadores. Y es que se convierten en una figura similar a la de los centros concertados y pasan a depender de Educación.

Yolanda Rodríguez destaca la sensibilidad del director provincial de Educación, Sabino Herrero, que está pendiente del proceso. Recuerda que ha habido centros que han tenido que pedir un crédito para adaptar los locales a los requisitos que se exigen en un decreto de la Junta que data de 2008, aunque llegan noticias de que se publicará un nuevo decreto. Desde el sector de escuelas infantiles lamentan la excesiva premura con la que la administración está implementado esta novedad y considera que se debería haber esperado al próximo curso para su implantación con todas las garantías. Recordemos que entre las condiciones se incluye que las aulas tengan una superficie de treinta metros cuadrados con una capacidad para veinte niños, según señala Yolanda Rodríguez.

Esas condiciones no son problema para los colegios que ya tienen aulas que reúnen las condiciones. Sin embargo, algunos centros privados no pueden cumplir con los requisitos, salvo que acometan una obra profunda o se cambien de local. Esta situación está conllevando ya el cierre de algunos centros en Castilla y León al no poder asumir las condiciones. Esos centros se quedan sin matrículas al apostar los padres por otros centros que sí impartirán la educación gratuita.