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El granizo provoca daños en las vides de Arganza, Quilós y Magaz de Abajo y retrasa el inicio de la vendimia al lunes

En los frutale, se han librado del pedrisco las grandes zonas productoras de Posada, Villaverde y Carracedelo

Pera dañada por el pedrisco

Ponferrada

Los agricultores del Bierzo inspeccionan viñedo y frutales para comprobar los daños ocasionados por las trombas de granizo que ayer se localizaron en distintos puntos de la comarca.

En Arganza, Magaz de Abajo en Camponaraya y Quilós en Cacabelos se registraron las tormentas más intensas con 15 minutos de precipitaciones abundantes y con pedrisco de buen tamaño. En esas zonas, han quedado afectadas la mayor parte de las parcelas cultivadas tanto en frutales como en viñedo. El presidente de la DO de los vinos del Bierzo, Adelino Pérez suma también la zona de Ponferrada en San Lorenzo y Los Barrios. Ante esta situación, el grueso de la vendimia, dice el presidente, ya no se iniciará este fin de semana sino que comenzará a principios de la próxima para permitir que las parcelas se sequen. En ese momento, dice el presidente, será cuando se compruebe el daño en la uva y se verifique si hay riesgo de podredumbre en el caso de las parcelas afectadas.

El resto de viticultores ha recibido bien el agua que permitirá que los racimos engorden y, por tanto, mejore el rendimiento de la uva. De hecho, zonas de tradición viticultora como Valtuille, Cacabelos y Villafranca han logrado evitar la tromba de pedrisco

En cuanto a los frutales, la pera conferencia cuya recolección comienza la próxima semana se lleva la peor parte. Los daños ocasionados en Arganza, Quilós y Magaz de Abajo se suman hay a los registrados en Narayola en Camponaraya en Ponferrada, como en Dehesas y La Martina, si bien son menos relevantes. También han logrado evitar el pedrisco en tres de las zonas de producción más importantes como son Carracedelo, Villaverde y Posada según ha explicado el director técnico de los sellos de calidad de fruta berciana, Pablo Linares.

En este caso, las marcas recibidas por el fruto debido al pedrisco hacen que se descarte para la comercialización ya que con el inicio de la recogida, la fruta no tiene tiempo de recuperarse.