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Sociedad | Actualidad

Sabotaje a la colonia felina de la calle Labradores

Una sustancia blanca sin identificar aparece diariamente cubriendo su comida y bebida

Sabotaje a la colonia felina de la calle Labradores / Entre Huellas y Bigotes

Valladolid

La colonia felina autorizada por el Ayuntamiento que vive en la calle Labradores lleva semanas sufriendo sabotajes. Los felinos se encuentran en un recinto privado prácticamente cerrado salvo por un pequeño acceso que sirve a los voluntarios para mantener la zona aseada, alimentar y medicar a los animales, además de cogerlos para esterilizarlos. La agrupación Entre Huellas y Bigotes, responsable de su cuidado, ha denunciado mediante las redes el estado en el que se encuentran.

Roció de Andrés Calle, una de las fundadoras de la asociación Entre Huellas y Bigotes, afirma los voluntarios acuden a las 7 de la mañana para realizar las funciones de mantenimiento para no molestar a nadie y que, sin embargo, la situación se repite día tras día: pintadas en la fachada, suciedad, gatos enfermos, una desconocida sustancia blanca cubriendo su comida y bebida, así como accidentes.

Sabotaje a las colonias felinas

Sabotaje a las colonias felinas

Hace unas semanas, ante la necesidad de buscar alimento por el sabotaje al depositado por los alimentadores de colonias, uno de los gatos adultos se aventuró a salir del recinto y fue atropellado debido a la gran afluencia de tráfico de la zona.

Desde el Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Palomino, concejal de Salud pública y Seguridad Ciudadana, asegura que no tenía conocimiento de esta situación y que no son frecuentes los ataques a las colonias de gatos.

Funcionamiento de las colonias felinas

Desde la agrupación explican que estas colonias felinas están autorizadas por el Ayuntamiento ya que ayudan a mantener limpia la ciudad.

"Normalmente son agrupaciones de gatos que no son caseros, son gatos que han crecido en la calle sin esterilizar, como consecuencia, se han generado colonias. El problema de las agrupaciones de felinos no es que sean malas para las ciudades, no, al contrario, las mantienen limpias de ratas, ratoncillos y demás. El problema es que si no hay un control de la población crecen exponencialmente y ahí es donde surgen los problemas con la ciudadanía, con los vecinos, etcétera.

Entonces, de lo que se trata con este tipo de colonias felinas y el acuerdo al que se llegó con el Ayuntamiento es que por parte de algunas protectoras y también particulares es que se iba a hacer una reglamentación para el mantenimiento, para que todo esto tuviera unas normas de convivencia que tuviéramos que seguir todo el mundo, por ejemplo, está prohibido alimentar a los animales en la calle, pero hay un carnet especial para los alimentadores de colonias. Para poder obtener ese carnet tienes que haber hecho un curso de formación, lo impartimos las protectoras y entonces a las alimentadora de esas colonias les decimos cómo es el procedimiento que tienen que hacer, que no se pueden dejar restos en la vía pública, que no se puede dejar comida, que se les pone de comer, pienso seco, si hay que medicar, cómo se medica..."

"El Ayuntamiento de Valladolid tiene un programa de esterilización que dentro del propio centro canino en el que se pide cita a través nuestro, por ejemplo, y se llevan a esterilizar los animales y se devuelven de nuevo a la colonia.

No se trata de que los gatos desaparezcan de ahí. Si no se trata de que los gatos no crezcan. Si tú al final controlas la natalidad, esos animales van a estar ahí en buenas condiciones, van a hacer su función dentro de la ciudad y la población se va a mantener y poco a poco se van a ir reduciendo"