Un Pucela triste y anestesiado sucumbe ante un Barça que jugó a placer (4-0)

Valladolid

Cualquier equipo de la Liga, incluido los grandes, puede perder contra este Barça que parece no tener techo con una plantilla formidable, pero otra cosa es llegar a un campo así y hacerte pequeño. Eso es lo que hizo el conjunto de Pacheta, que ni defendió, ni contraatacó ni siquiera intento hacer otra cosa que desplazarse lentamente y sin ninguna intensidad detrás de un balón que nunca tuvo. La imagen del Real Valladolid en el Camp Nou se puede clasificar de paupérrima.

Asustado, el equipo de Pacheta fue de todo menos valiente y pudo haberse llevado el resultado final, pero al descanso, desde luego lo mereció. Fue incapaz de pasar del medio campo y el Barça, jugando en tercera, hizo dos (Lewandowski en el 24' y Pedri 43'), tuvo llegadas para aumentar claramente la cuenta y botó nueve saques de esquina durante los primeros 45 minutos.

Poco cambió el panorama en la segunda parte. La salida de Roque Mesa y el bajón lógico del Barça sobre todo después hacer el tercero de muy bella factura de Lewandowski, hicieron posible dos llegadas peligrosas del Valladolid que se acercaron al gol, una de Sergio León con remate posterior de Plano y la otra de Anuar. Ninguna de las dos llegó a buen puerto. El Barcelona cerró su cómoda noche con un gol de Sergi Roberto que acababa de entrar en el campo en la recta final del choque.

Mucho que pensar. Próxima cita el lunes en Zorrilla ante el Almería a las 21:00 horas.