La hostelería arandina advierte de los problemas y cambios imparables que se avecinan
Las voces que alertan de una crisis se solapan con la búsqueda sin éxito de trabajadores cualificados en el sector, lo que evita crecer a estos negocios, que también visualizan muchos problemas en la capital ribereña, como la falta de aparcamientos
Tertulia hostelería arandina
Aranda de Duero
La hostelería arandina ha alzado la voz este martes en la SER. Y es que este sector es uno de los motores económicos de la ciudad, que más allá de su potencia industrial, también vive de los cientos de locales hosteleros que contribuyen a que Aranda de Duero sea un reconocido enclave gastronómico. Pero por contra, también se está encontrando con varias problemáticas: la búsqueda de personal cualificado para trabajar en sus negocios, y las derivadas que la capital ribereña como ciudad les brinda. En nuestros estudios hemos juntado a Nuria Leal, hostelera y presidenta de ASOHAR, José Zapatero -uno de los laureados hosteleros de la ciudad- y Diego Pascual -joven pero experto ya en esta materia-.
Un cambio imparable
"La hostelería es un sector amor-odio. Los que piensen que somos los grandes beneficiados de Aranda dejarán de hacerlo cuando empecemos a cerrar locales y tomarse una caña o desayunar sea complicado; ya está sucediendo. Toda la prensa solo habla de que llega una crisis sin precedentes, pero a la par tú estás intentando generar puestos de trabajo y no encuentras personal. Es un poco raro. Como ya no puedes pensar en crecer, tienes que empezar a decrecer, que es muy complicado, eh. La hostelería va a cambiar de una forma brutal tras el covid. La gente no entiende que para tener abierto un restaurante necesitas 30 personas, eso no se ve en la trastienda. Es difícil vivir en este negocio, tener amigos y familia que se adapten a tus horarios", avanza Zapatero, secundado por Leal. "Ahora no te planteas avanzar, porque los hábitos han cambiado y el problema que tenemos de mano de obra es brutal. Trabajamos más que antes pero el rendimiento es muy justo", expresa. Y Pascual, pese a ser el más joven, también se une. "Si no es sencillo el tema de empleados, ahora empezamos con la subida de precios y todo. Son piedras grandes que hay que sortear", dice.
Falta de personal
Pascual, sobre la recurrente falta de trabajadores en el sector, cree que "lo importante es que tu jefe o jefa sepa valorar lo que aportas". "Tener que cerrar un día a la semana puede entenderse si no tienes una plantilla larga, pero si tienes para cubrir, tiene que estar remunerado hacia tus empleados. Cuanto más les cuides, más van a querer a tu negocio. Yo gracias a Dios no tengo que cerrar ningún día de la semana. Mis camareros libran festivos o fines de semana también. Y teniendo una plantilla amplia, que hay que encontrarla, eso se puede hacer", añade.
Leal, por su parte, recuerda que "es un mito" la idea de que la hostelería es un trabajo esclavo. "Mimamos a la gente que tenemos trabajando. Sabemos que es complicado y que hacen un esfuerzo cuando podían estar en otro sitio sin trabajar los fines de semana, y si te piden la tarde o el domingo te buscas la vida y se lo das. Hay que adaptarse y que haya un buen entendimiento", comenta, si bien, como expresa Zapatero "muchos no se toman la hostelería como algo a largo plazo porque no se plantean la vida de otra forma", pero "esto va a cambiar, y lo hará con cierres en días, que los lunes por ejemplo en un Aranda ves casi todo cerrado, ojo".
Problemas con la ciudad
Pero los hosteleros no solo se encuentran con la 'piedra' de la falta de personal. La ciudad también contiene muchos hándicaps que superar, como es el aparcamiento. "Parece que hay una obsesión por eliminar aparcamientos en Aranda y es algo que llevamos años comentando con el Ayuntamiento, pero no cambia. La gente cuando viene a una ciudad quiere aparcar cerca del centro. Pero se obvia. Hay un aparcamiento pero cierra a las 23 horas. Y se puede aparcar en el Hospital, sí, pero también hay que señalizarlo, porque los de fuera no saben ni que existe. Tenemos que intentar revitalizar el centro porque se va a quedar muerto en poco tiempo", advierte Zapatero, pensando sobre todo en el comercio, ya que "Aranda es muy difícil de entrar".
"Vamos a pedir más colaboración porque el Ayuntamiento hay cosas que no ve. Y queremos ayudarle. La alternativa, por ejemplo, es señalizar mejor. La gente que viene de Madrid se encuentra con una calle que está en obras y no sabe por dónde tiene que ir. Y ahora con las redes sociales o el boca a boca, hacerte daño es fácil. Nosotros estamos intentando que Aranda sea un destino agradable pero el visitante se encuentra con lo que se encuentra y eso no lo podemos tolerar", defiende Leal. Mientras, Pascual, cuyo negocio se ubica en el Polígono, lamenta que "se olviden de nosotros" a la hora de programar actividades, aunque sí reconoce que los veladores de esta zona están funcionando de maravilla.
La charla, en la que han pedido a las administraciones "que nos tengan en cuenta" a la hora de tomar decisiones, puede reproducirse íntegramente en el audio superior.