Puerta grande para Ferrera, Perera y Herrero en la última de feria en Cuéllar
El público pidió el indulto para el segundo astado de Ferrera, que sustituyó a 'El Fandi' pero la presidencia solo otorgó la vuelta al ruedo del animal
Cuéllar
Las puertas de la plaza de toros de Cuéllar se abrieron de par en par para sacar hombros a Antonio Ferrera, Miguel Angel Perera y el cuellarano Javier Herrero en una tarde brillante y de las mejores de la feria donde se pidió el indulto para el segundo astado de Ferrera. El primero de los toros de Alcurrucén, lidiado por Antonio Ferrera, que sustituyó a David Fandilla "El Fandi", fue un toro con una embestida lenta pero constante, de la que el diestro sacó provecho dando buenas tandas por ambos lados durante la faena. La estocada, aunque fue ladeada, le sirvió para conseguir una oreja en el primero de su lote.
En el segundo de la tarde, para Miguel Ángel Perera, se vivió una faena vistosa y bien llevada por el diestro extremeño. Con un toro que apenas recibió un puyazo en la suerte de varas, el torero exprimió al astado hasta que no dió más de sí. Una estocada centrada, con la espada hasta dentro, hizo caer al animal al instante. La gran faena y la estocada certera, acompañado de un público insistente en la petición al presidente, le llevaron a ser premiado con dos orejas, y por lo tanto, la puerta grande.
El diestro cuellarano, Javier Herrero, aunque tuvo mala suerte con el primero de su lote, un toro que cabeceaba mucho en la embestida y que se cansó en apenas dos tandas durante la faena, trató de sacar el máximo partido al animal. Y así fue. Por ambos lados, sacó buenos pases al astado. Y en la suerte suprema, el toro cayó instantes después de que le asestase una estocada "hasta la bola". Fue premiado por el público de su pueblo con una oreja.
Vistosidad, temple y elegancia definirían la segunda faena de Antonio Ferrera. Se ganó al público de la villa cuellarana, demostrando su gran habilidad con la muleta. Por la derecha, por la izquierda, sin estoque, cambios de mano y pases de pecho que pusieron en pie al respetable para pedir el premio definitivo que le haría salir a hombros de la plaza de toros de Cuéllar. La nobleza y bravura del astado de principio a fin de la faena llevaron a la plaza de toros de Cuéllar a pedir el indulto del animal. La presidencia no la concedió y Ferrera asestó al toro una estocada certera que le hizo caer al momento. Dos orejas y vuelta al ruedo para un toro que mereció volver a corrales.
El quinto de la corrida, quizá el más grande del festejo, fue un toro aceptable del que Miguel Ángel Perera supo sacar grandes tandas. Ya había conseguido el premio de salir a hombros en el primero de su lote, y aún así, el diestro realizó una gran faena al astado de nombre "bandido". De nuevo una estocada en lo más alto del lomo, mató al animal de manera fulminante. Una oreja más para Perera, merecida.
Toro colorado, exigente en todas las suertes, el que le tocó en el sexto de la tarde a Javier Herrero. El cuellarano, no sin dificultades, supo conducir al astado en la faena con tandas de pases muy seguidas que despertaron los aplausos de sus vecinos. Con la muleta demostró su habilidad, tanto por la derecha como por la izquierda. El torero local, también estuvo acertado con el acero. Una estocada que culminaba una buena faena y una actuación merecedora de premio en definitiva. El público lo pidió y el presidente concedió. Una oreja que supuso una puerta grande más en la plaza de su pueblo para Javier Herrero.
Tarde que cerraba el ciclo de festejos taurinos en Cuéllar en la que las reses de Alcurrucén y las grandes actuaciones de los tres diestros, hicieron al público disfrutar de la última corrida de toros en la villa. Los tres toreros a hombros, por la puerta grande, para celebrar el fin de fiestas.
Marco García Hiernaux
(Segovia, 1998) Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en Radio Segovia...