La Virgen de la Encina vuelve a mirarse en los espejos venecianos del camarín

Ponferrada

Tres meses de trabajo, unas 900 horas, han empleado diez voluntarias de la Asociación Nuestra Señora de la Virgen de la Encina para limpiar y recuperar cinco de los seis espejos venecianos del camarín de la patrona.

Donados por el rey Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio, los espejos proceden de alguno de los palacios reales y cuentan con 3 siglos de antigüedad. La restauradora ponferradina, Sofía Anta ha coordinado los trabajos para retirar la capa de 6 milímetros de polvo y suciedad que acumulaba el reverso de los espejos. Se trata de elementos de gran formato, de 1'85 m. por 1'40 m. , que cuentan con pequeñas piezas de vidrio azulado en el anverso y recortes de espejo que han tenido que limpiarse 'una a una con un hisopo de algodón, agua y detergente suave'. Un trabajo 'delicado y laborioso' para evitar roturas ha explicado la restauradora, Sofía Anta dado que 'cada una de las piezas se sujeta con un tornillo de la época', apunta.

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Los espejos también dispone de un estructura de madera y, en general toda la conservación de conjunto está en buen estado ya que su posición en el Camarín sin apenas traslados ha sido positivo para todas las piezas

De los seis espejos cuatro llevan el mismo modelo mientras los otros dos restantes presentan una ornamentación diferente. El sexto fue restaurado por la escuela taller de la Junta en Simancas lo que supuso un desembolso por parte de la administración de 23.000 euros. El camarín permanecerá abierto el 8 y 9 de septiembre y la siguiente semana para que los fieles puedan visitar la estancia. También se abrirá para eventos especiales. El rector de la Basílica, Antolín de Cela confía en seguir adelante con la conservación y limpieza del resto de piezas de orfebrería, especialmente la platería, que existe en la Basílica una vez se concluya el diseño de lo que será el museo de la Encina.