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Cargos de la Junta responsabilizan a dos celadores por la celebración de la cacería en la que murió una osa

Así lo asegura Ecologistas en Acción en un comunicado

Oso pardo en la Montaña de Palencia / Pixabay

Palencia

Aparte de la instrucción del procedimiento contra el cazador que, presuntamente, disparó y mató a una osa durante la celebración de una cacería en Ventanilla en el año 2020, se ha iniciado otro procedimiento judicial contra el Director del Parque Natural Montaña Palentina y la Directora de la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, ambos como investigados, para determinar responsabilidades de la celebración de la cacería.

Según se recoge en un comunicado de Ecologistas en Acción, las declaraciones de ambos en este nuevo procedimiento no dejan lugar a dudas. En el caso del Director del Parque Natural, cuya declaración no contribuye a aclarar ningún aspecto de los hechos y sí a evadir su responsabilidad, éste menciona en numerosas ocasiones la palabra “celador” en una clara intención de responsabilizar a éstos de la celebración de la cacería. En cuanto a las declaraciones de la Directora de la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas ésta, con unos conocimientos cinegéticos más precisos y mayor contundencia, no tiene inconveniente en reconocer hasta en dos ocasiones que la responsabilidad es de los celadores de caza y que la decisión de no cazar en esa zona debió corresponderles a esos mismos celadores.

Si tenemos en cuenta que, según consta en la instrucción, hay prácticamente unanimidad en que los protocolos de campo funcionaron perfectamente y que la cacería no debió celebrarse en esa mancha (Los Rullos) del cuartel o zona de caza de Ventanilla, y sí en cualquier otra mancha de ese mismo cuartel o haber sido aplazada, ahora falta dirimir quien debió tomar la decisión de ese cambio o aplazamiento, para lo cual los directores, afirmando que ninguno de ellos tiene ningún tipo de responsabilidad sobre lo ocurrido, coinciden en que debieron ser los celadores, los que debieron tomar la decisión bien de no cazar, bien de cambiar la zona de caza. Y ello se manifiesta a pesar de que en el Servicio Territorial de Medio Ambiente se tenía notorio conocimiento, y con, al menos, dos días de antelación, de la presencia de una osa a menos de 250 metros de la línea de tiros y de que los perros siempre entran en zonas fuera de la mancha. El próximo día 8 de noviembre declararán como testigos los dos celadores de caza participantes en la cacería y ahí podría aclararse quién o quiénes fue o fueron el/los responsable/s de autorizar la batida pero lo que cada vez parece más evidente es que esa cacería no debió celebrarse y que, aparte del cazador acusado de matar a la osa, debiera haber también más responsables de los luctuosos hechos acaecidos, afirman textualmente desde la organización ecologista.

 
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