Tordesillas celebra el encierro del Toro de la Vega con las condiciones marcadas por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León
Se ha aplicado la normativa que estaba vigente desde 2016 pero que la Junta modificó este verano para poder clavar unas divisas en la res
El alcalde de Tordesillas y el presidente del patronato del Toro de la Vega hablan sobre el encierro autorizado por la Junta
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Valladolid
'Manjar', el Toro de la Vega de 2022, ha recorrido esta mañana el camino que transcurre desde la localidad de Tordesilla a su vega. Allí ha podido ser recortado y citado por los asistentes. Finalizado el tiempo estipulado, el animal ha sido retirado a un espacio de acceso restringido al público para proceder a su muerte por profesionales autorizados. Es decir, la aplicación de la normativa que aprobó la Junta de Castilla y León en 2016 sobre la regulación de los espectáculos taurinos, regulación que incluyó la prohibición de matar en público a los astados, algo que queda reservado para las corridas.
Esto es lo que ordenó la semana pasada el Tribunal Superior de Justicia para un festejo taurino que se vive con especial intensidad en esta localidad pero cuyas ramificaciones han hecho que la atención se dirija a lo que sucede en este histórico municipios de nuestra provincia. Este año estaba previsto que se hubiera desarrollado conforme a la modificación que planteó el Ayuntamiento -gobernado por el PP en solitario tras la ruptura del pacto que mantenía con Vox- y que autorizó la Junta, modificación que pasaba por poder clavar unos pequeños arpones, a modo de divisas en el animal.
PACMA presentó alegaciones y el Tribunal Superior de Justicia, en una resolución que conocimos la semana pasada, dio la razón a los alegantes y determinó que la regulación vigente debe ser la que la propia Junta aprobó hace seis años: es decir, limitar el Toro de la Vega a un encierro de tipo mixto, urbano y campestre, en el que el toro debe circular con libertad para, después, ser trasladado a un recinto cerrado, sin acceso público, en el que personal autorizado da muerte a la res. De que la norma se cumpla, dijo el TSJ, hacía responsables tanto a la Consejería de Medio Ambiente como al alcalde de Tordesillas. Anoche hubo ya un primer encierro, sólo por las calles del pueblo. Desde las once se ha desarrollado la segunda parte, que fue autorizada también por la Delegación Territorial en la jornada de ayer.
El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveiera, ha admitido que la afluencia de público "ha cambiado" desde que en 2016 se aplicaron los cambios decretados por el Gobierno castellano y leonés. Aún así ha resaltado que los "atractivos" de las fiestas de la localidad "que van mucho más allá del Toro de la Vega" son suficientes para que en esta jornada "sea imposible encontrar mesa en un restaurante". El encierro ha transcurrido sin incidentes reseñables.