In memoriam: Eduardo, el fotógrafo con alma de artista
Semblanza del destacado profesional de la fotografía que fallecía recientemente

Eduardo Alfonso Fernández de la Fuente, fallecido recientemente / Cadena SER

Palencia
Recientemente fallecía el fotógrafo palentino Eduardo Alfonso Fernández de la Fuente, más conocido como Eduardo, todo un artista en el ejercicio de su oficio, aunque él mismo se definía como "Fotógrafo y punto". Este artista exclusivo de CAVENDISH INTERNATIONAL, destacaba, entre otras facetas, por sus retratos, algunos a personalidades tan famosas como Iñaki Gabilondo, José María Ruiz Mateos, Pepe Navarro o Jesús Hermida. También por su cámara pasaron, entre otros, Dolores Ibárruri, La Pasionaria, Manuel Fraga, Monseñor Tarancón, José María Aznar, José María García o Raphael.
Nacido el 10 de septiembre de 1952 en Palencia, trabajó en el negocio de sus padres, la fotografía. Representa la cuarta generación de una saga familiar que tiene continuidad con una quinta en la persona de su sobrina Noelia. A los 20 años, Eduardo se independiza y monta su propio estudio en la capital palentina, comenzando así su carrera artística en solitario. Dirige el programa de radio "Retrato", consiguiendo una importante audiencia y destaca como conferenciante en su Arte de la Luz.
Participó en jurados de diversos concursos de fotografía y audiovisuales. Master de popularidad internacional, cuatro nominaciones en los premios Goya en los apartados de Reportaje, Industria, Retratos y Creatividad, llevó a cabo diversas exposiciones. Su espíritu aventurero, le llevó al corazón de África, a Camerún, ofreciendo su ilusión en una serie de muestras fotográficas insólitas. Eduardo pasó por diferentes programas de radio y televisión donde era entrevistado por su Arte de la Luz. En sus conferencias compartió cartel con fotógrafos de talla internacional.
Su sobrina Noelia ha dicho de él: "Tío, siempre pensamos que serías eterno, que estarías en algún lugar del mundo con tus locuras... con tu increíble forma de ser, paseando con ese porte, tu inseparable sombrero y tu bastón, con esos maravillosos ojos azules... siempre siendo tú. Gracias por hacerme amar más nuestra profesión, por esos ratos de risas, por esas mil anécdotas y momentos geniales. Gracias Edu, eras y serás siempre único. Digan... lo que digan... los demás".
Con su figura inconfundible, con su elegancia y toque bohemio, con su leal sentido de la amistad y, sobre todo, con su concepto artístico del oficio de la fotografía., Eduardo era, sin duda, un palentino de referencia. D.E.P.




