Entonces ¿Dónde vamos Palencia?

Palencia

Buenos días, el panorama municipal se ha visto agitado por la presentación de una Plataforma que aspira a concurrir a las elecciones.

Si, a nueve meses de las elecciones, consiguen despertar del aletargamiento a la sociedad y al resto de opciones, no habrán hecho poco por esta ciudad.

Los partidos con representación en el Ayuntamiento tienen más que merecido que, desde fuera de la política partidaria, se les ponga ante el espejo de su fracaso colectivo en esta legislatura.

Su alcance electoral será proporcional a la parálisis y los errores de los actuales moradores del Pleno municipal. No descarto que sean su mejor apoyo, de momento así está siendo. Lo petarían si todas las cabeceras de lista fueran las mismas que en 2019.

Un alcalde que dice que se presenta, pero las siglas que le amparan cotizan menos que los famosos “chicharros” del Mercado bursátil y ve como sus compañeros de partido se prestan a formar parte del atrezzo de la nueva plataforma.

El PP, con el exalcalde pregonando su interés en seguir, y la presidenta del partido, entretenida en ajustar cuentas con los casadistas, dice que ella ya sabe el candidato y que ya nos lo dirá pero que estemos tranquilos porque después de 40 años dirigiendo los destinos de esta provincia el PP se va a poner a trabajar por fin. Amén.

La candidata del PSOE comete el error mayúsculo de anunciar que si no es alcaldesa dejará la política municipal. Vamos, que su compromiso con los palentinos llega hasta el Pleno de constitución. Igual más que la candidata, nos interesa conocer, para decidir el voto, el número dos de la lista.

A la izquierda del PSOE, parece que se ha aprendido del error de ir divididos entre Ganemos y Unidas Podemos, pero veremos si se convencen de que, en una democracia de audiencias, además de los procedimientos y los programas, son básicos los liderazgos.

La concejala de la ultraderecha dimite de sus cargos internos para hacerse de rogar y ser designada candidata bajo palio, porque ella cree que lo vale.

Tiempo habrá de ver por dónde Vamos Palencia, pero, eso de que “nacen sin ideología” no se lo creen ni ellos. Todos tenemos ideología, yo tiro a zurdo en mis ideas, y aquí nos conocemos casi todos. Los promotores, los oradores del acto de presentación, muchos de los asistentes tres años atrás hubieran compuesto una amalgama de globos naranjas y chalecos azules y verdes con prevalencia del naranja. En fin, que son del centro para la derecha y, que, si se ven en la tesitura entre dar el Ayuntamiento a la izquierda o a la derecha, repetirán el atropello democrático de 2019. Sin duda.

No se crean que vayan a ser serafines ni querubines. Cuando entren en las instituciones, si lo consiguen, serán uno más, con los mismos intereses y las mismas prácticas, y reducirán el interesante debate social que han iniciado a una negociación de concesiones.

Hoy no puedo terminar, porque me hierve la sangre, sin comentar las palabras del, por la gracia de Vox y del PP, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, sobre el asesinato machista de nuestra convecina Raquel. Calificar de “tragedia familiar” el asesinato de una mujer por un hombre, con los hijos en la habitación de al lado, es igualar al asesino y a la víctima, al que mata y a la que es asesinada.

Las que mueren son las mujeres y los que asesinan forman parte de esa minoría de machirulos ibéricos jaleados desde partidos políticos que plantean recuperar privilegios machistas del pasado a costa de derechos de las mujeres en su larga consecución por la igualdad. Esto es violencia de género.

Me avergüenza, me produce asco, que este tuitero compulsivo sea parte del Gobierno de Castilla y León, pero el responsable no es otro que Alfonso Fernández Mañueco y el PP que les ha entregado la Junta.

Que la próxima semana sea mejor que esta.