Aranda de Duero/Roa/Huerta de Rey

Se abre un rayo a la esperanza para los comedores escolares que aún elaboran la comida en las cocinas de sus propias instalaciones: mantendrán este sistema y no pasarán a la denominada línea fría como figuraba en el contrato que está tramitando la Dirección provincial de Educación. La administración educativa da un paso atrás y estudia cómo rectificar el proceso en el que había incluido a estos 19 comedores escolares de la provincia de Burgos entre los que ofrecerían catering para calentar en el colegio en el contrato que está en proceso de licitación para dar este servicio en los centros escolares burgaleses. Así lo han indicado a los medios de comunicación portavoces oficiales de la Consejería de Educación, que informan de que en los 19 comedores de Burgos que están prestando el servicio de comedor in situ "así seguirá siendo." En la zona sur de la provincia las tres cocinas que se encontraban en la cuerda floja y cuyos colegios, finalmente, las mantendrán en activo son Santa Catalina de Aranda, Cardenal Cisneros de Roa y La Demanda de Huerta de Rey. Una noticia que han acogido con satisfacción las familias afectadas, como ponía de manifiesto en la Cadena SER Eduardo Zamora, presidente del AMPA del colegio Santa Catalina.

Un peligroso "error de redacción"

La Consejería achaca toda esta polémica a un error de redacción en el pliego para la contratación del servicio. Pero lo cierto es que el pliego en el que se incluye dicho error se aprobó hace meses, poco antes del inicio de las vacaciones escolares, sin que nadie se hubiera percatado hasta el momento. En dicho pliego se detalla, para cada comedor escolar, si la comida se sirve a través de catering o "in situ". Al parecer el error está en haber cambiado ambos términos en una veintena de centros burgaleses en los que hasta el año pasado la comida se cocinaba en el propio centro y en este pliego cambiaban a tener servicio que luego se calentaba en el centro. Desde la Junta aún no han dado explicaciones de por qué el error ha ocurrido con estos 19 colegios y no con otros. En la Ribera, por ejemplo, en el mismo pliego, se respeta el estatus de las cocinas propias en colegios como el Maximino San Miguel de la Cámara de Gumiel de Izán o el Diego Marín de Peñaranda marcados con la etiqueta "in situ".

La duda ahora es cómo modificar una contratación avanzada hasta el punto de que la mesa de contratación ya propuso el pasado 15 de septiembre a una de las tres empresas de las que han presentado ofertas como la mejor valorada para ser adjudicataria del servicio. Una modificación del contrato en plena tramitación pone en riesgo de recurso todo el proceso, que, por otra parte, ya llega con retraso a la prestación del servicio. La concesión de los comedores escolares de la provincia de Burgos se tramitó con carácter de urgencia el pasado mes de junio apurando los plazos, porque como indica el propio pliego el servicio debería comenzar el primer día del curso 2022/2023, o en su defecto, curándose en salud, al día siguiente de formalizar el contrato.

De momento desde la Consejería indican que en ningún momento hubo intención de cambiar el sistema de los comedores escolares que tenían cocina es sus instalaciones y subrayan que de hecho en estas primeras semanas del curso siguen funcionando así. No explican por qué, una vez que las familias advirtieron los cambios en la tramitación oficial no se han dado explicaciones públicas hasta más de una semana después; tampoco qué hubiera ocurrido si el contrato se hubiera resuelto sin que los afectados, a los que nada se les comunicó, no hubieran dado la voz de alarma advirtiendo del "error".