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La subestación eléctrica de Villardefrades saldrá adelante sin evaluación de impacto ambiental

La planta recibirá electricidad de nueve líneas y contará con una línea de evacuación de muy alta de tensión

Zona en la que se ubicará la subestación Tierra de Campos / Google Maps

El proyecto de la subestación eléctrica Tierra de Campos ha salido a información pública; es aquella que en principio se denominó Urueña y finalmente se va a ubicar en Villardefrades, al lado de la Villa del Libro, de la que tomó el nombre en un principio.

Recabará la energía que se genere en los proyectos de renovables que ya funcionan en los alrededores y y los que vendrán. Contará con dos hectáreas de extensión que para la plataforma Valle Esgueva va a tener un fuerte impacto visual en la zona pero, a pesar de ello, el proyecto no necesita evaluación de impacto ambiental. Helena Sánchez Reyes, desde la Plataforma en Defensa del Valle Esgueva, asegura que es sorprendente que este paso no sea necesario: "Es sorprendente en un lugar como Urueña, que representa Tierra de Campos, y que cuenta con un proyecto ejemplar para luchar contra la despoblación y tratar de atraer actividad hacia el medio rural, que se permita algo así".

Y es que solo se tiene en cuenta el proyecto de la subestación sin valorar las líneas que llegarán hasta ella, con lo que el impacto, estiman desde REE, será menor. Para que se hagan una idea, será como la subestación de La Mudarra: "Me parece imprescindible hacer un estudio paisajístico de lo que va a implicar esa subestación y todas las líneas que van a ir a ella". Sánchez-Reyes recuerda que la zona se caracteriza por ser una gran llanura, con lo que las líneas de alta tensión se verán claramente.

Desde la Plataforma reconocen que legalmente no se necesita esa declaración aunque consideran que habría que revisar esa decisión: "Es verdad que la subestación como instalación autónoma no debe ser sometida a esa evaluación, pero no se hace una subestación si no es para que lleguen redes de alta tensión, que sí está sometidas, y hay que ver el conjunto. lo que no se puede es fraccionar un proyecto para evitar ese impacto ambiental".

Trabajo muy puntual

Los puestos de trabajo asociados a estos proyectos son puntuales coincidiendo con su construcción, pero tras esos trabajos iniciales, basta con muy pocas personas para mantener la instalación, ya que el grueso del trabajo se hace a distancia. Esto viene a desmontar el argumento de los beneficios económicos que dejan estas instalaciones de renovables en el medio rural, más allá del dinero que reciben los municipios afectados en concepto de tributos y tasas al principio de la impantación.

Beatriz Olandía

Es redactora en Radio Valladolid y edita los...