La provincia de Burgos perderá población en los próximos años
La proyección de población del INE señala que Castilla y León será la comunidad autónoma más afectada
Aranda de Duero
Castilla y León será la comunidad autónoma que más población perderá en los próximos quince años al reducirse su censo en 96.888 habitantes, lo que supone un retroceso del 4,1 por ciento, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre proyecciones de población, en el que se pone de manifiesto que hasta 2037 España ganará 4.236.335 habitantes, un 8,9 por ciento, hasta superar los 51 millones de personas.
De mantenerse las tendencias demográficas actuales, se observaría una evolución dispar por comunidades autónomas en los próximos quince años. Así, se darían aumentos de población en trece y descensos en las otras cuatro. Los mayores incrementos relativos se registrarían en Baleares (25 por ciento), Murcia (16 por ciento), Canarias (15,5 por ciento), Madrid (15,4 por ciento) y Cataluña (13,9 por ciento). Por el contrario, los descensos porcentuales más acusados se darían en Asturias (6,7 por ciento), seguida por Extremadura (4,8 por ciento), Castilla y León (4,1 por ciento) y Galicia (1,3 por ciento).
En términos absolutos Castilla y León lidera las caídas por delante de Asturias (-66.921), Extremadura (-50.996) y Galicia (-34.946). En el extremo opuesto se sitúa Cataluña, con un crecimiento de 1.067.598 habitantes, por delante de Madrid (1.039.391), Comunidad Valenciana (667.150), Andalucía (487.756), Canarias (349.464) y Baleares (306.142).
Por otra parte, el saldo vegetativo proyectado por cada mil habitantes en el periodo 2022-2036 se sitúa en valores negativos en todas las comunidades a excepción de Murcia (30,7), Baleares (12,6) y Madrid (4 por ciento). En el conjunto de España se sitúa en el -28,5, mientras que Castilla y León cae hasta el -103 por ciento, el tercero más bajo de todo el país por detrás de Asturias (-133,6 y Galicia (-108,2).
Provincias
Por provincias, la más afectada es Zamora, que perderá el 13,9 por ciento de su población (-23.344) habitantes, por delante de Palencia, que verá reducido su censo en un 8,1 por ciento (12.818 personas); León, que se dejará un 7,8 por ciento (-35.322); Salamanca, con una caída del 5,7 por ciento (-18.699); Valladolid, con un descenso del 2,2 por ciento (11.634 menos); y Burgos con un 0,9 por ciento menos (3.158). Por el contrario, el mayor crecimiento se dará en Soria, con un 3,7 por ciento (3.292 habitantes más), seguida por Segovia, con un 2,8 por ciento (4.297) y Ávila, con un 0,3 por ciento de aumento (499 más).
Extranjeros
Este saldo vegetativo negativo se compensa, en parte, gracias a la llegada de extranjeros. De mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero entre 2022 y 2036, en términos relativos, sería positivo en todas las comunidades autónomas, especialmente en Baleares y Canarias, con crecimientos por cada mil habitantes del 190,6 y 181,9. En España la media sería de 112,6, mientras que en Castilla y León se situaría en 55,8, el tercer saldo positivo más bajo solo por delante de Extremadura (29,9) y de Asturias (55,4).
En cuanto a la migración interior, Aragón, Cantabria y La Rioja serían los territorios que, en términos relativos a su tamaño, atraerían más población procedente del resto de España. Por el contrario, la Comunidad de Madrid, Extremadura, País Vasco, Andalucía, Cataluña y Canarias serían las únicas con saldos migratorios interautonómicos negativos.
En el estudio también se contempla que en 2072 la población del conjunto de España alcanzaría los 52,9 millones, con un incremento de 5,45 millones de personas. El progresivo e ininterrumpido aumento de las defunciones, siempre superior al número de nacimientos, daría lugar a un saldo vegetativo negativo durante todo el periodo proyectado. Este saldo vegetativo negativo sería superado por el saldo migratorio positivo, lo que provocaría un aumento de población durante todos los años del periodo proyectado. El aumento de población se debería, por tanto, exclusivamente, a la migración internacional. Esto produciría que la población nacida en España disminuiría paulatinamente y pasaría de significar el 84,5 por ciento del total actualmente, al 63,5 por ciento dentro de 50 años.