Olvido y desmemoria
La firma de Rosa Alcubilla
Olvido y desmemoria
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Aranda de Duero
Las prisas de esta sociedad acelerada y la tiranía de la inmediatez con la que vivimos nos llevan a olvidar lo realmente importante. En mi caso, un pequeño olvido reciente me ha hecho enfermar. Me explico. Las defensas de mi delicado sistema inmunitario bajan siempre en otoño, así que anualmente comienzo en septiembre a consumir jalea real, ginseng y propóleo, evitando en parte mis fatídicos episodios de cambio de temperatura. Este año se me ha olvidado por completo esta medida de prevención. El resultado, tras empaparme con un copioso chaparrón, ha sido un resfriado agudo y fiebre por varios días. ¡Cuidado con las consecuencias del olvido y la desmemoria!
Voy a trasladar este hecho anecdótico personal a otros ámbitos históricos y colectivos. La asociación memorialista arandina En Medio de Abril ha participado la semana pasada en un Encuentro Transfronterizo en el pueblo pirenaico de Portbou. Esta localidad sirvió de refugio a muchos españoles antes de pasar al exilio en Francia, y pocos años después acogió a población judía que huía de los nazis. Puede parecernos lejana y ajena esta parte de nuestra historia, pero no lo es, pasa como con la prevención en la salud, si la olvidamos podemos repetir los errores, y en el plano histórico, volver a patrones de violencia, racismo e intolerancia. La memoria histórica es necesaria para una reparación moral y para exigir verdad y justicia. Además, la desmemoria nos vuelve siempre desagradecidos.
Lamentablemente vivimos tiempos de rapidez y de desmemoria, no hay espacios para la reflexión y la experiencia. Se nos acercan las elecciones municipales, ya huele a precampaña, y vemos que se aceleran las obras públicas y las inauguraciones. Atención al olvido y la desmemoria. No dejemos que nos engatusen y hagan olvidar lo que llevan casi 4 años haciendo, o evitando hacer. Luego no valen los peros ni los reproches, hay que hacer balance de lo que prometieron y cumplieron, omiten o eluden, y así votar con conocimiento. Existe un ensayo titulado Elogio del Olvido que argumenta que en determinadas circunstancias olvidar es sano y beneficioso para reconciliarse. Pero, cuidado, el olvido absoluto puede ser muy peligroso.