Un viaje surrealista con destino Aranda

Aranda de Duero

Un viaje entre Madrid y Aranda de Duero en autobús directo suele durar 1 hora y 45 minutos, aproximadamente. Para los usuarios de la línea Madrid-Aranda en la tarde de este viernes, sin embargo, ha supuesto una pesadilla de prácticamente cuatro horas. Todos los ocupantes de este servicio que gestiona desde hace años AISA se han encontrado con un episodio surrealista y que, ante todo, denota la necesidad de un giro en el servicio de transporte que une ambas ciudades, más si se tiene en cuenta el futuro oscuro que rodea una hipotética reapertura del Tren Directo.

Tras salir de la Avenida de América a las 15 horas, el vehículo sufría una avería a los 40 minutos, al parecer relacionado con el aceite del motor. Tras otros 40 minutos de espera, los pasajeros se subían a otro autobús para reiniciar la marcha con destino Aranda: no duraría mucho el viaje. Al cuarto de hora, una nueva avería que les dejó en la salida de Buitrago de Lozoya. Otra espera más, aprovechada para llenar hojas de reclamaciones, un nuevo autobús, y a la tercera ya sí fue la vencida: tras cuatro horas de viaje, el vehículo llegó a su destino.

Horarios desafortunados

Con tres viajes diarios entre Madrid y Aranda y los pueblos de la línea -a excepción de los viernes que hay cinco y los domingos cuatro- los usuarios de estos servicios tienden a reivindicar más buses directos -agilizando en 40 minutos el viaje que separa la capital española de la ribereña- y horarios más flexibles que potencien el uso del transporte ante la imposibilidad de usar un tren, puesto que, por ejemplo, de lunes a jueves y los sábados el último viaje sale sobre las 18 horas de ambos lugares, haciendo muy difícil pasar un día o realizar gestiones usando un medio de transporte público que, eso sí, es muy económico.