Un niño no puede ir al colegio porque el autobús no para en su pueblo

Ávila

San Bartolomé de Béjar, en Ávila, es uno de esos pueblos al borde de la desaparición donde viven menos de un centenar de vecinos. La llegada de una familia dispuesta a vivir allí es algo digno de celebrar, y más si tienen un niño. Pero la burocracia está dificultando su escolarización, porque el pueblo no estaba incluido en la ruta escolar ya que hace tiempo que no había allí ningún menor que necesitara transporte para ir al colegio.

El protagonista involuntario de esta historia, una más de la España despoblada, es un niño que cursa segundo de primaria y que este año ha sido escolarizado en el centro que hay en El Barco de Ávila, a unos quince kilómetros de su nueva casa. Los padres no tienen recursos para llevarle y traerle cada día. El pasado 8 de septiembre el colegio solicitó que el autobús que pasa por otros pueblos de la zona tuviera también una parada en ese municipio. Pero hasta la fecha no han tenido noticias de cuándo se va a ampliar la ruta escolar.

Y mientras, este niño está perdiendo clase. Algunos días un vecino le llevado hasta Becedas, donde el autobús sí tiene establecida una parada. Pero la mayoría de los días se tiene que quedar en casa a su pesar. Y ni siquiera puede seguir las clases por internet porque la cobertura no es muy buena en la zona. L

La situación ha llevado al Consejo Escolar a hacer una denuncia pública. José Carlos Noya, uno de los representantes de los padres en ese órgano, dice que "el pobre niño es el que está sufriendo porque llevamos un mes y pico desde que se presentó todo y sigue sin aprobarse la parada". Desde la delegación territorial de la Junta de Castilla y León solo dicen que "el asunto está en proceso de solución" y que se trabaja "en la autorización de la parada de la ruta integrada correspondiente, cuyo recorrido hay que modificar".