Domingo de Resurrección en un sábado de octubre

Aranda de Duero

Como si el calendario hubiera dado un revés en el tiempo retrocediendo varios meses sin advertir, muchos curiosos y visitantes se encontraron este sábado en el centro de Aranda de Duero con una celebración insignia de su Semana Santa: la Bajada del Ángel. Una tradición impropia en octubre -porque se lleva a cabo el Domingo de Resurrección y el Ángel anuncia a la Virgen María destapándole el pañuelo negro que Jesús ha resucitado- que solo se reproduce en varias localidades de toda España. Precisamente con la intención de reunirlas a todas y ahondar en los orígenes de este evento tan singular pero con diferencias en cada una de las celebraciones se festejó esta Bajada, que repitió protagonista: la pequeña Ana Maté.

Tras separarse el colorido habitáculo en el que se hallaba, esta arandina se descolgaba con sus alas, pataleando, hasta llegar a la figura de la Virgen. Al destaparla, la joven fue ascendida con el velo negro en la mano, entre los aplausos de una plaza de Santa María que contó con mucha menos asistencia de la habitual, pero igualmente entregada a la causa.

Antes de que se pusiera en marcha el evento, el salón de plenos del consistorio arandino contó con la presentación del mismo, en el que sobre todo se ponía de manifiesto el motivo que ha derivado al consistorio ribereño a impulsar la iniciativa. “Es la representación más llamativa de la Semana Santa. Lo que pretendo es que nos conozcamos, que nos pongamos cara. Y además, que podamos buscar coincidencias y diferencias de la Bajada en cada una de nuestras localidades, que se puedan encontrar puntos de coincidencia, incluso declarar un conjunto de algún tipo para todas nuestras localidades”, esgrimía Raquel González, alcaldesa de Aranda, emplazando a futuras reuniones y visitas a cada una de las localidades para poder visualizar el festejo.

”El evento se celebra de una forma muy parecida aunque estemos tan distanciados. Es un día especial, el día del estreno, es el evento más llamativo. A mí se me ocurren varias cuestiones de cara al futuro, incluso un itinerario cultural para las ‘palomitas’, que así lo denominamos nosotros”, contaba la alcaldesa de Muro. Roberto Díez, alcalde de Peñafiel, consideraba por su parte que “hay que poner en valor el patrimonio inmaterial, las tradiciones, porque genera vida y riqueza”, y que “estaría muy bien hacer una promoción conjunta”, ya que este evento “en nuestro caso supone el día del año que más visitantes recibimos”.