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La contaminación del aire por ozono repunta por efecto del cambio climático y el fin de las restricciones por la pandemia

El verano más cálido de los últimos 60 años eleva las puntas de gas

Estación de la Red de Control de la Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Valladolid / mir_ical

Valladolid

El informe anual sobre la contaminación por ozono de la asociación Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población y del territorio de Castilla y León han estado expuestos este año a unos niveles insalubres de este contaminante, tras recoge datos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre en 31 estaciones oficiales de medición repartidas por toda la Comunidad. La frecuencia de las superaciones del estándar legal ha sido algo superior a la de los años previos a la pandemia, con un aumento del tres por ciento en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Castilla y León, mientras han disminuido un 19 por ciento las superaciones de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), respecto al mismo periodo.

El empeoramiento de la situación ha sido “especialmente relevante” en León, el Bierzo, la Cuenca del Ebro, la zona Duero Sur y el Valle del Tiétar y Alberche. Además, en 2022 se han producido ocho superaciones del umbral de información en Medina de Pomar (Burgos), El Maíllo (Salamanca), Peñausende (Zamora) y San Martín de Valdeiglesias (Madrid), coincidiendo con la ola de calor de julio, y en El Maíllo con un gran incendio forestal.

La organización ecologista subrayó que durante 2022 los niveles han repuntado respecto a los dos años de la pandemia (2020 y 2021) como consecuencia de las tres “intensas” y “prolongadas” olas de calor del verano, el más cálido desde al menos 1961, recuperando las concentraciones habituales en los años anteriores a la crisis sanitaria. El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por OMS, de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2022 a la totalidad de la población y del territorio castellano y leonés.

Si se considera el valor objetivo trienal establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, no habría población que haya respirado aire contaminado por encima del estándar legal en el periodo 2020-2022, con arreglo a los criterios del informe. La asociación lamentó que la Junta de Castilla y León sigue sin adoptar medidas eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que eviten los episodios puntuales y reduzcan los elevados niveles de fondo del contaminante más ligado al cambio climático.

Además, criticó que la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es “adecuada” ni “ajustada” a la gravedad del problema. Puso los ejemplos de las redes del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta que no están optimizadas para la medición del ozono, lo que restringe su representatividad. Añadió que, durante los episodios de muy elevada contaminación de mediados de julio, la administración autonómico se limitó a difundir avisos rutinarios.

Además, lamentó que “pocas” ciudades cuentan con protocolos de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono. El de Valladolid es el único que contempla y ha aplicado este verano medidas de limitación del tráfico en episodios de elevada contaminación.

Y es que aseguró que el cambio climático se confirma como un factor “determinante” en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el incremento de las temperaturas, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la Aemet en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros “inconvenientes” ambientales entre los que en 2022 hay que destacar en España los “virulentos” incendios forestales.

Ecologistas en Acción significó que la contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Durante el verano de 2022, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Castilla y León 580 muertes atribuibles a las elevadas temperaturas y a la mayor exposición asociada al ozono. Las personas más afectadas son niños, mayores, embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.

En cuanto a las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono, la asociación enumeró la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y el apoyo a las energías renovables en sustitución de las fósiles. También es necesario reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y una moratoria para las grandes explotaciones ganaderas intensivas.

A dos meses para que venza el plazo para que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, los ecologistas denunciaron que “pocas” han cumplido esta obligación legal, pese a los “abundantes” fondos públicos recibidos. De ahí que, pida a los alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos sobre cálculos electorales “poco justificados”.

 
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