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La combinación de la falta de mantenimiento y las obras de reparación del viaducto de la A-6 están detrás del colapso según los informes preliminares

A finales de 2023 estará habilitado para ambas direcciones el viaducto sentido Madrid mientras que el inicio de las obras del sentido Coruña se retrasará hasta 2024

Imagen del informe

Ponferrada

Un deterioro exagerado de los materiales debido a la falta de conservación y mantenimiento y la presión ejercida por las obras de reparación son, en principio, las causas preliminares del desplome de los vanos del viaducto del Castro en la Autovía del Noroeste (A-6) a la altura de Vega de Valcarce (León).

Así lo recogen los dos informes elaborados por las empresas IDEAM y MC2 y cuyas conclusiones apuntan a la combinación de ambas circunstancias para que se produjese la caída de ambos tramos. Para entender lo sucedido, hay que tener claro, según ha trasladado el secretario de Infraestructuras, Xavier Flores por videoconferencia, que el viaducto afectado presentaba un nivel de deterioro y degradación más acusado del previsto debido a la acumulación de agua y fundentes en las juntas de dilatación y también en otros elementos de la infraestructura con una corrosión clara debido a la falta de mantenimiento durante años. Era necesario, por tanto, realizar unas obras de reparación que evitasen el desplome del viaducto, algo que, según Flores, hubiera sucedido de no realizar los trabajos.

Esos trabajos de renovación de elementos también contemplaba el uso de una técnica denominada hidrodemolición y que supone utilizar agua a presión elevada para proceder a la retirada de los elementos innecesarios. Fue precisamente la suma de esta técnica junto al desgaste que presentaba el hormigón del puente en algunas zonas el que provocó el desplome según confirmaba el secretario de Infraestructuras, Xavier Flores.

Es el resultado preliminar porque los técnicos todavía no han podido acercarse a la pila o columna de sujeción que se movió tras el desastre para comprobar si se ha dañado la cimentación, una tarea delicada y para la que se debe garantizar la seguridad de los técnicos. En todo caso, y a falta de la conclusión final, los trabajos en el viaducto en dirección Madrid comenzarán este mes de diciembre. En este caso, sólo se procederá a la sustitución del tablero y los elementos dañados, un proyecto que durará todo el 2023 y que supondrá una inversión de 30 millones de euros.

En el caso del viaducto sentido Coruña, será necesario esperar hasta 2024 para ver obras in situ ya que todavía está pendiente la comprobación de la cimentación del pilar dañado y, por tanto, establecer el diseño necesario para abordar la actuación. En todo caso, Flores ha dejado que el Ministerio ha estado trabajando 'desde el minuto cero' en solventar esta situación con 'rigor, transparencia y diálogo', señaló. Ambos informes preliminares están ya en manos de la Junta de Castilla y León y la Xunta de Galicia.