"Tardaré 6 años en lograrlo": un arandino emprende la vuelta al mundo en bicicleta

Aranda de Duero

¿Cuántas veces se les ha ocurrido hacer una locura? ¿En cuántas ocasiones se han planteado dejar de lado su trabajo, su vida, y darle un vuelco? Es lo que decidió en 2020 Alberto Matamoros, un arandino que sí decidió cruzar esa línea y que hace 16 días emprendió su idea de recorrer el mundo con la única compañía de su bicicleta. Su intención es hacerlo realidad en unos seis años, y este jueves ha atendido a la SER desde Portugal, su primer destino.

"Estoy en la Portugal más profunda que uno se pueda imaginar, subiendo unas montañas en la zona norte, pero muy feliz de estar haciendo lo que realmente quiero hacer. Lo que tengo que hacer no lo sé, pero sí lo que me pedían mis instintos, mi corazón, y mi vida. Lo que me ha llevado a tomar esta decisión ha sido mi corazón, me pedía viajar e iniciar esta aventura, que creo es muy acorde a mi personalidad, principios y valores. Quizás mi vida no era acorde a lo que era yo, y podría haberla seguido y ser feliz, pero yo sentía que no estaba haciendo lo que mi cabeza me pedía", explica Matamoros, que reconoce que viajando "entro en una especie de euforia y excitación continua" que le hace ser muy feliz, aunque sabe que no siempre se está en lo más alto.

"Llevo una bici especial"

Pero, ¿por qué Alberto hace este 'camino' en bicicleta? "Pues para hacer deporte", responde. "El hecho de ir en bicicleta, aunque haga malo, hace sentirte muy feliz, aunque haya días de mal tiempo como hoy. El deporte es esencial para la vida y yo amo la naturaleza, me siento muy bien en contacto con ella, y lamentablemente estamos acabando con todas las maravillas naturales que tenemos con esta forma de vivir. Sentía que si esperaba iba a ser más complicado poder vivir todo lo que nos rodea. Por eso me he lanzado a disfrutar, en paz, tranquilo", añade.

Su medio de transporte, dice, es "una bici especial" ya que "la he hecho a la carta y llevó su proceso para un novato como yo". "Tiene un cuadro especial fabricado para cargar mucha resistencia. Luego tienes que irte dejando asesorar, y aunque yo me meto por asfalto también quiero ir por muchos caminos, que en Marruecos por ejemplo igual tienes que ir más preparado con frenos de disco, un sistema anti pinchazos más moderno...", enumera Matamoros.

¿Qué lleva de equipaje?

Dejó la 'mochila' de su vida rutinaria que dejó en Aranda, su tierra, por unas alforjas que ahora son "mi casa a cuestas". "Tienes que hacer un ejercicio de quitarte cosas, y es maravilloso. Sentirte autosuficiente con 60 kilos que llevas encima. Llevo mi cocinilla, que cocino con gasolina, pero a veces como por ahí porque me lo puedo permitir. Y luego llevo ropa, lo justo y necesario para no perder tiempo pensando lo que tienes que ponerte, y todo lo referente a acampada, que he buscado que fuera duradero y me saliera bien. Llevo herramienta también, un disco duro para meter las fotos, un machete, una esterilla...", explica.

La experiencia

Aunque en la primera noche "aún no terminas de creerlo", con el paso de los días "te das cuenta de lo que haces y de qué eres capaz". "Me hizo feliz darme cuenta de que había acertado, de que he cambiado una vida que no era para mí y que me daba para vivir bien, pero que no era mi pasión. Yo apenas tenía compromisos y responsabilidades, pero cuando quieres salirte del sistema te das cuenta de todo a lo que estás atado, y no todo el mundo puede. No tengo temor, y mi único vértigo es África. Lo demás es ilusión, alegría y paz", sentencia Alberto, que periódicamente compartirá su experiencia con la SER en un viaje inolvidable para él, y para quienes le siguen de cerca.