Nos han engañado, todos, una vez más

Aranda de Duero

Una vez más, entre tantas, nos han engañado en Madrid. Todos prometieron sacar adelante una propuesta económica para el tren, para el directo Madrid-Aranda-Burgos. ¿Y qué ha sucedido? Pues ha acontecido la lamentable situación que manifiesta el partidismo y sus intereses de permanencia en el cargo, en el poder. Cuando todos prometían aquí que iban a llevar a los Presupuestos Generales del Estado una propuesta económica de 10, 25, 45 y más millones de euros, al final, por arte de birlibirloque, es decir, con el arte de birlar, hurtar o estafar por sorpresa, con destreza y maestría, cada uno a su estilo, nos han dejado sin nada. El PSOE engañando, el PP absteniéndose, UP con un defecto de forma y nos han derribado de nuestras ilusiones y esperanzas de un solo golpe, sin más, sin solución. Nuestras ilusiones y deseos de promoción, de desarrollo, se mueren una vez más desde la injusticia de un reparto desigual entre envidiosos (algunos pidieron que nos quitasen o rebajasen la propuesta para que se lo dieran a ellos)

Y qué podemos hacer ahora. Pues señoras y señores, no nos queda otra alternativa que vengarnos. A mí no me gusta y jamás me ha gustado la venganza. Como en los duelos pasados, estas mentiras, estas faltas de honor, de respeto hacia la Ribera del Duero exigen venganza y la mejor manera debe realizarse con la única arma que existe en nuestro poder: el VOTO.

Dice Diego de Saavedra que “Ninguna venganza mayor que un silencio mudo”. ¿Y cómo realizar esto? En mi opinión esta propuesta se concreta en tener muchos votos en la urna, muchos votos en blanco o nulos, anotando en cada papeleta un pensamiento que haga alusión (sin faltar al respeto) a la traición que han cometido los partidos. Los pensamientos pueden ser diversos : “Basta ya”, “La traición no es democrática”, “Mentir no es carta de presentación”, etc., etc.

Si logramos que la suma de sobres en blanco o nulos sobrepase a los votos a los partidos habremos dado un lección de democracia y un aviso a navegantes. Si no, estaremos como siempre: muertos en vida, marginados,… Y saludo y hasta siempre.