El gran negocio de la guerra

Palencia

Ya son más de 9 meses desde que empezó la guerra de Ucrania y estamos en pleno invierno, con la población pasando frio, sin suministros, con carencia de comida, con destrucción del país y sobre todo con muertos. ¿Por qué no hay nadie que pare esta masacre, por qué con tantos organismos internacionales, tantas súper potencias, tantos poderes de todo tipo, nadie para esta guerra?

Es posible que la explicación sea sencilla. Porque hay mucho dinero de por medio y grandes beneficios económicos y quienes se benefician presionan y justifican que esto siga.

Desde que empezó la guerra, escuchamos a diario las repercusiones que tiene sobre todo en la población europea, subidas astronómicas del gas y de la luz, una inflación que está empobreciendo a toda la clase trabajadora, incluso se comenta que pueden llegar carencias energéticas y restricciones. Además todos los países, incluido España, van a dedicar más, mucho más dinero a presupuestos de defensa, por mandado de la OTAN y está claro, ese dinero se quitará de cuestiones imprescindibles como sanidad, educación, mejoras en la lucha contra el cambio climático o en infraestructuras.

Pero está claro que esta situación a determinadas empresas les favorece, sí, son las industrias del armamento, como por ejemplo una que está en nuestra ciudad, la Fábrica de Armas, hoy propiedad de Nammo. Esta empresa ha incrementado sus pedidos y sus ventas, ha incrementado su plantilla - eso si con personal eventual vinculado a ETT- pero que sin embargo, no tiene para nada en cuenta el esfuerzo y el sacrificio de la plantilla y en la negociación del convenio rechaza el incremento de salarios necesario, para no perder con la inflación.

¿Y quién es Nammo?, pues es una empresa multinacional propiedad al 50% del Gobierno de Noruega y de una empresa de la industria militar de Finlandia, que según explican en su página web, tiene un código ético de conducta, respeto por los derechos humanos y laborales. Además en el año 2021 ya declaró unos beneficios extraordinarios, más de un 17% superiores al año anterior. Entonces, ¿cómo se explica la posición de la dirección del grupo Nammo Palencia, negándose a un incremento salarial y con amenazas de despidos?. Es doloroso que cuando las cosas van mal, la plantilla de las empresas siempre pierde, pero es indecente que cuando las cosas van bien, la plantilla ni si quiera pueda mantener sus salarios con el incremento del IPC. No olvidemos que es una empresa nórdica que dicen tener profundos principios democráticos, pero que solo debe aplicar en su país, aquí aplican con dureza la misma receta de los trabajadores siempre pierden, a pesar de que son una empresa del gran negocio de la guerra.