Opinión

Vidilla en la ciudad

La Firma de Elisa Docio

Vidilla en la ciudad, La Firma de Elisa Docio

Palencia

Buenos días estimada audiencia.

No sabría decir con certeza cual es la razón, pero ante falta de datos voy a improvisar una reflexión del por qué hay vidilla en la ciudad.

Antes de la pandemia, en Palencia se decía que pasado el furor de los sanantolines la ciudad caía en letargo y no despertaba hasta las vísperas navideñas, o lo que es lo mismo, un par de meses triste y adormecida. En los años de pandemia eso también pasó pero en grado extremo, a la fuerza obligan. El caso es que esta vez no ha sido así. En el otoño de 2022 ni el comienzo de curso con todos sus gastos, ni la vuelta al trabajo al cien por cien, ni la bruma que nos abruma nos han enclaustrado. La calle, los bares, los viajes, todo ha permanecido más o menos activado, aún con este frío de mil demonios que, aunque, tarde llegó, como siempre.

Pienso que tal vez hayamos aprendido a vivir, a vivir de otra manera, a vivir con soltura, a saborear los placeres. Igual nos hemos dado cuenta de lo breve que es la existencia. Tantas personas a nuestro alrededor sufriendo el contagio, tantas muertes de allegados y conocidos que nos han mostrado nuestra fragilidad. Y, aunque, desde siempre venimos repitiendo la consabida frasecita de que la vida son tres días no nos había calado en serio hasta ahora.

Si le sumamos una guerra europea que nos enseña cada minuto humanos muertos en calles destruidas y humanos vivos semi congelados, hambrientos y desesperanzados la conclusión es más “vita brevis, carpe diem”, la vida es corta, aprovecha el día. Hasta tal punto nos lo hemos tomado a pies juntillas, lo de disfrutar, digo, que en estas fecha ya hay más reservas de cenas de empresa que número de empresas existen.

Por último, otro factor que nos empuja a tirar de los ahorrillos es la inflación. Horror, el dinerito parado merma a velocidades inverosímiles. Mejor hacemos un viaje antes de que suban los precios y nuestro dinero sea menos.

Resulta curioso, con todas esas adversidades y parece que en la calles se respira optimismo. Lo dicho, estamos aprendiendo a vivir de otra manera. Ojalá no lo olvidemos y a divertirse en este puente que hoy comienza.

La semana que bien más.