Lo virtual se abrirá paso también en el mundo sanitario

Palencia

Virginia Franco Varas

Primero, fueron las oficinas bancarias rurales, sustituidas por la banca online a la que las personas mayores no podían acceder. Durante la pandemia se aceleró la digitalización de la pobreza y muchas familias se vieron incapaces de sortear su complejo acceso virtual. La Telesanidad ha entrado con fuerza en el mercado y los fondos de inversión que la sustentan ya sueñan con que el 90% de sus prestaciones sean digitales, salvo aquellas que requieran sí o sí el cuerpo presente.

Esta nueva presencia gana terreno y cuestiona la anterior, esa que para muchos empezará a ser un lujo, porque muchos de estos servicios se prestarán online en base a criterios económicos y sólo aquellos que puedan pagarlos tendrán acceso a una atención física y personalizada. Para la mayoría de la población, lo digital se convertirá en su sustituto low cost. Esto afecta a los vínculos personales y terapéuticos, a la vivencia de la soledad y, por tanto, a la salud mental. La protesta de la sanidad en Madrid y en otras CCAA es sólo el principio de esta nueva brecha corporal que atenta directamente a la convivencia social. El metaverso, al lado de esto, es un chiste.