"No se piensa en nosotros y todo acaba convirtiéndose en una barrera": En busca de una Aranda accesible

Aranda de Duero

Habitualmente decimos, no sin razón, que hasta que no nos ponemos en la piel de otra persona no sabemos lo que se siente. Y esa expresión nos viene como anillo al dedo en una jornada como la de hoy, en la que escuchamos abiertamente a una asociación que busca, simplemente, igualdad. Igualdad para transitar, para moverse, para poder hacer cualquier gestión y no depender de que una barrera de unos centímetros o cualquier otro elemento convierta la calle en un todo un reto.

Desde hace años la asociación DISFAR de Aranda de Duero lucha por esa igualdad y denuncia los impedimentos que sus usuarios ven en las calles, haciendo un bien común, y construyendo una ciudad más 'rodada', si bien aún queda mucho por cambiar. En ello redunda Inocente Gete, presidente, y José Luis Moreno, uno de sus mayores activistas, que tiene que entrar por teléfono dado que en el ascensor del edificio en el que se ubica la emisora su silla de ruedas no entra, "ni aguanta el peso que tiene", afirma este último. Lamentablemente, es algo habitual de encontrarse.

"La silla son 150-200 kilos. Es imposible subir en casi cualquier ascensor", dice. Pero, ¿entonces de qué sirve las normas? "Muchas veces se quiere dar la sensación de accesibilidad, pero no es tal", afirma. DISFAR acoge discapacidades físicas y auditivas y cuenta con unos 60 socios. "Ascensores, aceras, terrazas... Todo se convierte en barreras para nosotros", dicen, antes de especificar la importancia de su labor de visibilidad, y criticando que la buena voluntad generalmente luego no se traduce en hechos. "Cuando se hacen obras y aceras no piensan ni nos contactan, y al final tienen que acabar modificando cosas", aseveran, en una charla que puede reproducirse en el audio superior, dentro del ciclo de programas de ámbito social que la SER está realizando junto a la Concejalía de Acción Social.