Un enero atípico en la Cultural
El club blanco realizará escasos movimientos en el mercado invernal. Gorka Santamaría, en el radar culturalista.
León
Ya en 2023, la hoja de ruta de la Cultural en el mercado recién estrenado está marcada y deparará menos sobresaltos que en cursos anteriores. La creciente evolución del equipo pone de acuerdo a técnicos y dirección deportiva en el verdadero objetivo. Habrá refuerzos de invierno, sí, pero de manera muy concreta y. de hecho, todo apunta a que habrá más salidas que entradas en una plantilla que presenta una posición susceptible de mejora. Desde hace semanas, José Manzanera busca un tercer delantero para la Cultural, un jugador que complemente las cualidades de Obolskii y Claudio (sin olvidar la opción de Percan como punta) o, en caso de que el ariete leonés y su fascitis plantar crónica impidan un rendimiento mejor, un delantero de primer nivel, tipo Gorka Santamaría, recientemente rescindido por el Deportivo, por cuya situación se ha interesado Manzanera sin ir más allá por el momento. A favor del vasco, su reputación de goleador (31 en tres campañas en el Badajoz); en contra de la operación, el caché del futbolista, su "inactividad" en la liga (13 partidos, 2 veces titular, 0 goles en el Dépor) y el condicionante que ahora mismo marca la aparición del cuadro leonés en el mercado.
Ni dispone de licencias sénior ni tiene intención a estas alturas la Cultural de deshacerse de alguno de sus futbolistas para dejar espacio a un refuerzo. Tampoco se intuye una petición de salida porque, incluso los que menos participan, todos están involucrados. A ello ayuda la actual tesitura competitiva en la que la mayor parte de la plantilla ha entrado en los planes de Eduardo Docampo. El caso de Julen Castañeda es el mejor ejemplo. Fechas antes de lanzarse a por un nuevo lateral izquierdo, la aparición en el once titular unido a su rendimiento y a un espíritu que parecía venido a menos parecen haber cambiado la opinión generalizada en la casa blanca sobre el capitán. Salvo sorpresa, la Cultural mirará únicamente a la delantera y a una plaza sub-23 (Rodri se irá cedido y Das Chagas bajará al Júpiter) para lo que ya se sondean a distintos filiales.
El mercado puede ofrecer opciones ahora impensables que llevaría a modificar la estrategia, pero, en esta ocasión, la Cultural parece haber tomado nota de su propia experiencia en esta complicada ventana de fichajes en la que rara vez acertó. David García o Dioni Villalba justificaron el gasto invernal, pero no así otros movimientos, masivos normalmente. En la campaña 16/17, la del ascenso, llegaron al equipo en la segunda parte de la liga Iago Díaz, Samu Delgado y, tras la lesión de Zuiverloon en marzo, Paco Regalón (marzo). En Segunda División reforzaron a la Cultural en enero David García, Sergio Marcos, Ángel García, Ibán Salvador, Ideguchi, Moutinho. Un año más tarde, Andy Kawaya, Borja San Emeterio, Pablo Vázquez, Javi Jiménez y Dioni y en las últimas temporadas Héctor Hernández, Ángel Moreno (19/20), Álvaro Juan, Escardó (20/21) y Fidel Escobar, Pepo Campanera, Jaime Sierra, Jony Álamo, Frank Angong, Fran Cruz y Alberto Benito (21/22).
Más trabajo le espera a Manzanera a medio plazo si la línea del equipo continúa siendo ascendente lo que llevaría a negociar ampliaciones de contratos. Cabe recordar que solo tres jugadores, Percan (2026), Claudio (2024) y Rodri (2024), tienen una vinculación contractual con la Cultural más allá la presente temporada. El resto, o tiene un una segunda campaña opcional, como le ocurre a la mayoría del plantel (Alarcón, Cristian Pérez, Muguruza, Joel, Solís, Íñigo Muñoz, Querol, Presa, Trigueros, Jesús Álvarez, Ballesté, Tarsi, Saúl González), o quedará libre el 30 de junio (Castañeda, Amelibia, Obolskii, Fran Cruz, Salvi y Matthai). Tiempo habrá para mirar al futuro, aunque algunas situaciones como la de Salvi obligaron a reaccionar a tiempo logrando que el meta malagueño, revelación del campeonato, haya alcanzado un acuerdo verbal con el club para renovar por dos temporadas más.