2023, un año clave para Renault con la creación de la nueva empresa Horse
Preocupación entre los sindicatos por la falta de suministros y el traspaso de 3.400 trabajadores a la nueva filial por las repercusiones que pueda tener
Palencia
El año 2023 se presenta crucial para Renault tras la decisión de la compañía de crear una nueva filial, Horse, cediendo 3.400 trabajadores a la nueva empresa, que estará participada a un 50% por Renault y al otro 50% por la china Geely y que afectará a las factorías de motores de Valladolid y Sevilla, así como a la división parte de I+D+I en España, quedando dentro de la marca francesa las fábricas de montaje de Villamuriel de Cerrato y la de Valladolid.
En principio, según la Dirección de Renault, no se van a producir despidos y los empleados simplemente cursarán baja en Renault para pasar a la nueva empresa. Sin embargo, para los sindicatos supone una manera clara de dividir una plantilla y temen que puedan perder parte de los derechos adquiridos en los años de trabajo. Por ello, coinciden en señalar que el primer semestre de 2023 estará marcado por continuas reuniones para abordar cómo se va a llevar a cabo esa transición a la nueva empresa y por la máxima vigilancia que permita garantizar el mantenimiento de los derechos sociales de los trabajadores.
Desde CCOO, su delegado general, Rubén González, ven el futuro más inmediato con optimismo ya que se ponen en marcha varios proyectos incluidos en el nuevo plan industrial que van a influir en la carga de trabajo y en la creación de empleo. Esperan que la puesta en marcha de Horse no afecte al día a día ni a las cadenas de montaje de las dos provincias de Castilla y León.
Con la vista puesta en la subida salarial pactada, que debe aplicarse a principios de año, sólo esperan que la dirección respete los acuerdos para que se recupere el turno completo en Palencia y el de noche que se suprimió en Valladolid. Los nuevos proyectos beneficiarán tanto a las fábricas propias como a las auxiliares radicadas en los entornos.
Menos optimistas se muestran en CGT; Unai Hernández teme que la puesta en marcha de Horse pueda suponer una pérdida de derechos sociales de los trabajadores afectándolos ya que 3.400 personas van a pasar de formar parte de Renault a ser parte de una mera empresa proveedora con lo que eso podría ser para ellos.
El futuro más inmediato les plantea muchas dudas por la falta de seguridad en la cadena se suministros que está provocando numerosas paradas lo que ha obligado a la empresa a ampliar la bolsa de horas en hasta menos 50 en previsión de lo que pueda pasar. De hecho, no descartan que, de seguir así las cosas, un ERTE no pudiera volver a convertirse en una realidad.
Desde UGT recuerdan además que en el mes de febrero habrá elecciones sindicales en Renault, una cita que cobra especial importancia este año teniendo en cuenta todos los cambios que se avecinan ya a corto y medio plazo. Adolfo Arnáiz cree que estas elecciones han de dejar un panorama claro para la representación de los empleados, "sin experimentos", ha llegado a declarar, y han de ser el primer paso para afrontar la fusión con fuerza.
Además, Arnáiz reclama que la sede de Horse se ubique en España y que tenga un nutrido número de cargos directivos del país, de forma que "sientan el calor de las fábricas, que vean el buen hacer de los trabajadores españoles". No es lo mismo, asegura, que las decisiones se tomen "friamente", a miles de kilómetros, "sin conocer nuestro buen hacer".