Le toca la lotería y llama al Teléfono de la Esperanza porque no tiene a quien contárselo

Valladolid

Imagina la ilusión tan grande que tiene que hacer el hecho de mirar un décimo de la lotería y ver que te ha tocado. ¿Qué harías? ¿Llamar a tu familia? ¿A los amigos? Pues hay quienes no tienen esa posibilidad. Las personas que viven en la denominada soledad no deseada se enfrentan a un día a día si una red social como tiene el resto de la población.

"Cada vez nos sentimos más solos. Yo creo que es un problema que actualmente se ha acrecentado mucho", explica Enrique Rumans, el vicepresidente del Teléfono de la Esperanza de Castilla y León, una entidad que lleva 50 años trabajando para paliar la soledad no deseada de la sociedad. Este profesional asegura que "desde 2020, con la pandemia, la soledad no deseada ha aumentado mucho".

Llega un repunte de soledad tras la Navidad

Ponemos especial foco en la soledad durante las navidades, un tiempo muy familiar en el que las personas que viven solas notan más ese aislamiento, pero es tras estos días de fiesta y reunión es cuando aparecen repuntes importantes. "Después de estas fiestas, muchas personas se sienten solas después de pasar estos días un poco más arropadas. Tras las navidades se pone más en evidencia que la soledad no consentida está presente para una parte importante de la sociedad".

Habitualmente pensamos que son las personas mayores las que acusan en mayor medida la soledad, pero "cada vez vemos a personas más jóvenes. De 45 a 50 años estamos notando un aumento de personas que se sienten solas", según las estadísticas que tienen en el Teléfono de la Esperanza, una organización que tiene varias líneas de ayuda. Por un lado está el programa en el que la propia organización detecta los problemas de soledad e intenta solucionarlos y por otro lado la línea de teléfono que recibe las llamadas de las personas que necesitan ayuda.

"Nos llamó para decirnos que le había tocado la lotería porque no tenía a nadie a quien contárselo"

Al Teléfono de la Esperanza llaman muchas personas porque necesitan ser escuchadas. "Nos llaman para charlar, para pasar el rato, para tener a alguien con quien comentar algo. Nos trasladan sus preocupaciones, sus frustraciones o también sus alegrías. Una señora nos llamó después del sorteo de la lotería para contarnos que le había tocado, pero que no tenía nadie a quien contarle esa buena noticia", nos cuenta Enrique Rumans recordando una de las decenas de llamadas que reciben.

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Con un ejemplo como este, nos podemos dar cuenta de cómo la soledad puede afectar a una persona. Y aunque administraciones, asociaciones y colectivos tratan de paliar esta "pandemia del siglo XXI", el resto de la sociedad tenemos una importante labor de responsabilidad en esto. Enrique nos explica que "con solo estar pendiente de nuestro vecino o familiar, preguntarle de vez en cuando cómo está, qué necesita o simplemente charlar con ellos unos minutos al día, podemos ayudar a que esa persona no se sienta sola". Sin duda, un mensaje para reflexionar en este 2023.