El cuellarano Miguel Ángel Martín opta al XI Premio Promesa de alta cocina Le Cordon Bleu

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El joven cuellarano Miguel Ángel Martín participa en la XI Edición del Premio Promesas de alta cocina de Le Cordon Bleu Madrid donde ha sido seleccionado junto a 50 alumnos más de 29 escuelas de todo el país. Para este concurso los alumnos tenían que elaborar una aiguillette de dorada con salsa de vino blanco y ravioli de vegetal y una segunda guarnición libre. En el caso de Martín ha optado por un ravioli de remolacha relleno de pesto de rúcula, apio y pistachos y guarnición de manzana en texturas. Por un lado ha preparado un tartar de cubitos de manzana marinados, un gel de manzana y un aire de sidra. En un video de casi cinco minutos que ya se encuentra en la plataforma de votación, explica todos los pasos de la receta y los ingredientes que emplea.

Las personas que voten los vídeos en Facebook y en el canal de Youtube de la escuela de cocina ejercerán de jurado popular y serán tenidos en cuenta a la hora de la selección de los 10 finalistas que pasarán a la última fase. Esta se dará a conocer el 22 de febrero. El ganador recibirá un primer premio que consiste en una beca del 100% para estudiar en la escuela valorada en más de 23.000 euros, un diploma y una beca de 1.500€ para el centro de estudios al que pertenece. El segundo premio será beca valorada en más de 8.500 euros para estudiar y un Certificado.

La elección de Miguel Ángel se conoció a principios de año y desde entonces lleva pensado la propuesta que presentaría. Por segundo año consecutivo un cuellarano participa en este prestigioso concurso como ya hiciera en 2022 la cuellarana Ana Gómez que ahora trabaja en el Restaurante Ambivium de Peñafiel. Casualidades de la vida, los dos optaron por la remolacha como producto complementario para la pasta vegetal. Miguel Ángel explicaba en Hoy por Hoy Nuestra Tierra hace unas semanas que no dudó en presentarse al concurso porque lo consideraba una oportunidad para aprender y un reto para si mismo.

Aunque la cocina no era su gran pasión, y sus estudios universitarios previos nada tienen que ver con los fogones, se adentró en la cocina por necesidad en su etapa en la Universidad de Valladolid. De subsistir a base de macarrones con tomate di el paso a experimentar y poco a poco le fue cogiendo el gusto a cocinar tranquilamente para amigos y familia. Disfruta cocinando, comiendo y haciendo disfrutar con su comida a los demás. En la actualidad compagina sus estudios con el trabajo en un restaurante de Gijón.