Motauros abre su edición número 23 con el objetivo de que Valladolid siga siendo una provincia motera

Valladolid

Con más de 10.000 inscritos, este jueves ha arrancado la edición número 23 de la concentración motera Motauros que vuelve a recalar en el pinar de Valdegalindo, en Tordesillas. Sus organizadores no se obsesionan con las cifras pero creen que todo apunta a que este años pueden superar las cifras de participación más altas. "Hay muchas ganas", ha resumido Juan Carlos Ruiz, presidente del Motoclub Tordesillas en el transcurso de una entrevista emitida en el programa 'Hoy por Hoy Valladolid'.

El tiempo, con las previsiones que maneja la Agencia Estatal de Meteorología en la mano, parece que no va a ser un gran obstáculo. Salvo una ligera previsión de lluvia en la tarde del jueves y la mañana del viernes, lo único que puede molestar a los aficionados es el frío. Y, desde luego, será menor que el que hemos tenido en las últimas horas.

Con máximos de 16.000 participantes, Ruiz ha insistido en que su obsesión no está en conseguir un número mayor cada años ya que, como ha argumentado, "buscar sólo una presencia masiva sin cuidar la calidad de los servicios y actividades que se ofrecen es un error". En cualquier caso, ha recordado que han ido mejorando la estructura que sujeta la concentración durante los últimos años y que "están preparados" para superar esos máximos.

También ha echado la vista atrás para recordar los primeros pasos de Motauros cuando a finales de los 90 del siglo pasado se planteó la idea de preservar el entorno de Tordesillas, donde también recaló Pingüinos, como punto de encuentro de los aficionados a las dos ruedas. "Trajimos a Loquillo para 600 personas", ha rememorado el máximo responsable de Motauros. "Tardamos en recuperarnos", ha añadido a continuación en tono jocoso.

A partir de esa primera cita, el espíritu que se respiraba en esta concentración fue animando a más personas hasta sumar las cifras que manejan en la actualidad y que obligan a preparar cada cita "con mucha antelación". Medio año antes de que los tubos de escape vibren, los organizadores comienzan con el trabajo específico de contrataciones y preparación de la zona que acogerá a los moteros.

Habrá presencia de seguidores llegados de todas las comunidades pero también de países como Francia y Portugal, sobre todo. Entre las actividades, además de las excursiones y los conciertos, habrá incluso una boda civil que será oficiada por el alcalde de Tordesillas, localidad que tiene al completo las reservas de bares y restaurantes para el fin de semana.