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Ciencia y tecnología | Actualidad

El estudio de un dinosaurio burgalés desvela un modo de vida único y una evolución compleja

Se trata de un pequeño ejemplar cuyos restos se han encontrado en la zona

Comparación pie humano y vegagete / Colectivo Arqueológico de Salas

Burgos

La revista científica Cretaceous Research publica este mes de enero un artículo en el que se estudia el dinosaurio ornitópodo más pequeño del mundo, que se conserva en el Museo de Salas de los Infantes, cerca de donde fue encontrado, que revela un modo de vida único y una evolución compleja. Los ornitópodos forman un grupo de dinosaurios que en sus formas más primitivas eran pequeños corredores y herbívoros, ocupando un nicho ecológico semejante al de los roedores actuales.

El estudio está liderado por Paul-Émile Dieudonné, investigador del CONICET (Argentina), Fidel Torcida Fernández-Baldor, del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes, y Koen Stein, del Royal Belgian Institute of Natural Sciences (Bélgica). El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes alberga varios especímenes singulares, uno de ellos es el dinosaurio hallado en el yacimiento de Vegagete, que sirvió en un estudio anterior, de 2016, para proponer un nuevo grupo de dinosaurios : Rhabdodontomorpha (rhabdodon significa « diente alargado »), formado por animales herbívoros de tamaños pequeños a moderados.

Del dinosaurio salense se sospecha que sea una nueva especie no conocida hasta ahora en el registro paleontológico del planeta, aunque es una cuestión pendiente de esclarecer. En realidad, de Vegagete se recuperaron restos de seis individuos, de varios tamaños y que formarían probablemente una pequeña manada. Su mayor interés radica en que se piensa que es el antepasado más antiguo conocido dentro de los rabdodontomorfos, un grupo del que se originarían por evolución, posteriormente, los rabdodóntidos.

En el estudio de 2016 no se pudo esclarecer si su pequeño tamaño – el más pequeño conocido para los ornitópodos - era propio de su especie, o si correspondía a los restos de un individuo juvenil, inmaduro. En el artículo publicado ahora se abordan varias líneas de investigación; una de ellas se dirigía a determinar la edad del individuo más grande de la manada, lo que ayudaría a conocer con mayor certeza las características de este dinosaurio, dado que los ejemplares inmaduros tienen características anatómicas distintas. Para ello, se han realizado estudios histológicos, con muestras de su tejido óseo fosilizado.

En los ejemplares de Vegagete se han analizado cortes histológicos de dos tibias y fémures de cinco individuos, ya que un hueso es un tejido vivo, que responde a las señales ambientales que recibe. Asimismo, las propiedades de la matriz ósea, como puede ser la organización de sus conductos por los que se distribuyen los vasos sanguíneos, y las de sus células se relacionan con el modo de crecimiento y el modo de vida del animal que se estudia. Los resultados del estudio histológico determinaron que este dinosaurio empezaba las primeras etapas de su crecimiento siendo cuadrúpedo, y acababa siendo bípedo.

Por otra parte, sus patas crecían de forma muy rápida en longitud, de modo que llegaban a tener patas especialmente esbeltas. En cuanto al tamaño de este dinosaurio, se constató que el individuo más grande de Vegagete no había parado de crecer totalmente en el momento de su muerte y habría alcanzado un estado de crecimiento subadulto y la madurez sexual cuando había superado el año de edad, aunque no se ha podido deducir con certeza su edad exacta al morir.

Estos datos significan que los adultos eran realmente muy pequeños, de modo que el dinosaurio de Vegagete era el dinosaurio ornitópodo (herbívoro) más pequeño que conozcamos actualmente, con una longitud total entre 60 y 70 centímetros y una altura que no superaría los 30 centímetros. Además, un análisis conjunto de cortes histológicos e inserciones musculares pudo determinar que este animal no podría correr muy rápido, sino que más bien utilizaría su pequeño tamaño y postura bípeda para correr una corta distancia hacia un escondrijo, lo que le ayudaba a protegerse y escapar de los depredadores.

Esta característica podría estar también asociada a una cola más corta que la de otros ornitópodos de pequeño tamaño. Gracias a comparaciones morfológicas, se dedujo que en el grupo de dinosaurios al que pertenece este especimen , datado en la primera parte del Cretácico, hace 125 millones de años, se dio una tendencia evolutiva en la cual la postura cuadrúpeda de la edad juvenil se fue manteniendo hasta edades mayores, de modo que sus descendientes – el grupo de los rabdodóntidos, del Cretácico final, hace unos 75 millones de años, fueron probablemente cuadrúpedos durante toda su vida.

En relación a esta última conclusión, el estudio sugiere un cambio en la interpretación clásica que se ha realizado sobre el tamaño relativamente pequeño de los rabdodóntidos. Los investigadores afirmaban que los rabdodóntidos podrían haber evolucionado hacia pequeños tamaños al vivir en islas, donde los recursos disponibles son más limitados. En el trabajo que estudia los fósiles salenses, los autores exponen la idea de que el tamaño moderado de los rabdodóntidos podría ser en realidad efecto de un aumento de su tamaño corporal, pues la presión de los depredadoress sobre las presas sería menor a finales del Cretácico. Esta nueva investigación amplía el conocimiento sobre la singular fauna de dinosaurios registrada en la Sierra de la Demanda, con 4 especies nuevas descritas hasta la fecha y una diversidad alta de grupos de dinosaurios.

 
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