Los problemas de grietas en Villatoro siguen tras casi dos décadas

Burgos

Casi 20 años después de que comenzaran los problemas por el desvío de agua subterránea en el barrio de Villatoro, los problemas no se han resuelto y se siguen agravando. El presidente del Consejo de Barrio, Sergio Simón, estima que la quinta parte de las casas sufren algún daño, entre ellas varias construidas en los años 80 y 90 del siglo pasado. Lamenta que el Ayuntamiento aún no haya intervenido en este problema, pese a que el Procurador del Común concluyó que era apremiante.

Hasta ahora, seis viviendas han sido demolidas y ocho han quedado vacías por el riesgo que suponen, aunque "muchas más están afectadas en todo el cauce del arroyo subterráneo", explica Simón. Se trata de una corriente de agua que se desvío, al parecer como consecuencia de algunas obras públicas en la zona.

De hecho, en este mandato se adjudicó un estudio, que se está realizando, y una actuación global cuyo contrato de algo más de 600.000 euros se tuvo que romper tras una discrepancia en la medición de la superficie a cubrir con hormigón. El Ayuntamiento estima que las obras no se podrán iniciar hasta el próximo verano.

El presidente del Consejo de Barrio asegura que los daños no solo afectan a las viviendas, sino a infraestructuras como tuberías, que quedan al aire, con el consiguiente riesgo de rotura. Mientras tanto, asegura que el Ayuntamiento lleva años con ese barrio abandonado. Un ejemplo es el mal estado del Centro Cultural Municipal. "No tiene ascensor y ni siquiera ha pasado la obligatoria Inspección Técnica de Edificios, que tenía que haber realizado hace años.

Critica especialmente el "abandono" del barrio. Recuerda que en dos décadas solo se han instalado un parque infantil, otro de movilidad y un campo de fútbol que no se usa porque nadie quiere asumir un coste demasiado elevado de mantenimiento. Además, en 2006 el entonces alcalde y Caja Burgos se comprometieron a un carril-bici como compensación por la ampliación del polígono de Vilalonquéjar y no se ha cumplido. Teme también que las barracas terminen estando años en el barrio pese a las molestias y, sobre todo, el riesgo de incendio, al estar en esas fechas los campos de cereal secos y próximos a las barracas.