La hermandad de donantes de sangre del Bierzo-Laciana roza la autosuficiencia hemoterápica del Hospital del Bierzo
El envejecimiento de la población y la pérdida poblacional hacen necesario mantener el equilibrio de donaciones de sangre en ambas comarcas
Ponferrada
5.034 donaciones han convertido la gráfica de la hermandad de donantes de sangre del Bierzo y Laciana en una curva histórica que ha estado a nada de cubrir las necesidades hemoterápicas del hospital del Bierzo, que ascendieron a 5.394 donaciones. Es un resultado importante pero que todavía no cumple objetivos, así que la hermandad ha iniciado una campaña que pretende imprimir entre los ciudadanos la satisfacción que suscita este gesto de solidaridad con los demás. Es imprescindible mantener el equilibrio en una zona complicada dado que no solo se pierde población sino que además su envejecimiento obliga a estar preparados para atender la demanda sanitaria. Así lo indicaban tanto el presidente como el secretario general de la hermandad.
En estos momentos la tasa de donación es de 35 por mil habitantes y el perfil del donante está entre los 45 y los 55 años. Desde la hermandad se recuerda que para cualquier tipo de trasplante se necesita un mínimo de reserva de una treintena donaciones y aunque las llamadas puntuales tienen normalmente una buena respuesta, la hermandad aspira a lograr una cartilla de donantes fijos. En esa línea se enmarca la campaña “donar es de cine” que se inicia el lunes en el centro comercial El Rosal. Y, a mayores, este año se iniciará un programa de donación de "plasmaféresis" o de plasma. Consiste en extraer sangre, separar las células sanguíneas mediante un separador celular, retener el plasma i devolver el resto al donante por la misma vía. La donación dura unos 45 minutos.
Recuerden que donar no es perjudicial y sí es bueno para estimular la médula. Hay que saber eso sí que uno no debe "autoexcluirse" y que al contrario sí que es necesario decir la verdad en la encuesta previa puesto que hay condicionantes que obligan a tener un tiempo preventivo para evitar contagios como el corte de cutícula de la uña, la implantación de un piercing o el tatuaje de la piel, entre otras circunstancias.