Valladolid camina hacia una red de calor que suministre energía a los hogares

Valladolid

En el futuro toda la cuidad de Valladolid, excepto el  centro por las dificultades que tiene, tendrá una red de calor comunitaria. A las dos plantas de biomasa que funcionan en la actualidad, Huerta del Rey y la de la Universidad, se unirá el año que viene la de Parquesol y en el futuro se proyectan otras dos.

De esta forma se espera que prácticamente toda la ciudad, esté conectada por una gran red de calor de biomasa, que ahorrará en calefacción entre un 30% y un 40% en la factura, según el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones.

A esta red de calor no solo se unirán las viviendas, también los edificios  públicos, que ya lo están como el Hospital Clínico, la Universidad o las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura, sino también empresas como Michelin.

Estas obras las realiza la empresa pública de la Junta SOMACYL, y en el caso de las obras de la planta de biomasa, que estará situada en las inmediaciones de los terrenos del Estadio Zorrilla y que dará servicio a Parquesol, Huerta del Rey y Villa del Prado, se invertirán 30 millones de euros. Al agua caliente que salga de esta planta se conectarán en p0rincipio 10.000 viviendas y 67 edificios del sector terciario, como las Cortes y la Delegación de Hacienda. Y lo más importante, este servicio de calor terminará siendo público, según ha anunciado el alcalde.

Además, Suárez-Quiñones ha avanzado que están previstas también otras dos redes de calor en las zonas sur y este. Para la oeste ya se han iniciado los trámites de conexión de 4.000 viviendas y 30 edificios públicos en los barrios vallisoletanos de Parquesol, Villa de Prado y zona sur-oeste de Huerta del Rey, la que se había quedado fuera de la otra red de calor. En todo caso, el objetivo es que todas elles se interconecten en un futuro.

Para nutrir la caldera se utilizará astilla forestal procedente de trabajos silvícolas en los montes de Castilla y León, con lo que se logrará una reducción de gases de efecto invernadero de 31.300 toneladas de CO2 al año. “Una de las prioridades de esta legislatura de la Junta es intensificar actuaciones de impulso a la utilización de la biomasa forestal, que contribuye a la descarbonización de la economía, a la defensa de los bosques, la lucha contra incendios, la creación de empleo en el medio rural y, en definitiva, frenar la despoblación”, señaló Suárez-Quiñones, quien realzó que este tipo de proyectos incrementan la “soberanía energética” de la Comunidad.