Quien enmarca el debate, gana. Quien no explica, pierde

Palencia

Buenos días, en la campaña electoral permanente en la vivimos cuentan poco los argumentos, los programas, las políticas públicas aplicadas o los datos objetivos, todo sucumbe ante el manejo de símbolos, de emociones, ante los ruidos y los hechos alternativos. El que gana es el que enmarca los temas de la agenda pública, lo que se habla en los lugares de trabajo, en los bares o en las casas, y, sobre todo, lo que nos llega por WhatsApp, Instagram o Tik Tok, hoy principales canales de información, más bien desinformación, a la hora de conformar nuestras opiniones políticas.

Quien enmarca el debate, de qué se habla y de qué no, tiene mucho trecho ganado para alcanzar la victoria electoral. De aquí a las Elecciones Generales, si seguimos con el “sí es sí”, si las discusiones internas entre los socios de Gobierno se expanden a los cuatro vientos, si mientras la Vicepresidenta intenta “sumar”, las cuentas pendientes entre Iñigo y Pablo no dejan de restar, si en vez del SMI que ha subido un 47% en esta legislatura, se habla de cuestiones menores de la Ley de Bienestar Animal, si la subida del 8,5% de las pensiones y la reforma de la ley para garantizar que no pierdan poder adquisitivo en el futuro se percibe, por falta de explicación, como un regalo divino y no una dura batalla política ganada en el parlamento contra las tres derechas, si esto no se cuenta la suerte electoral estará echada.

Si a la ciudadanía no se la ha explicado que los ERTEs que aprobó el PP en 2012 estaban pensados para despedir más rápido, más barato y sin acuerdo, mientras los ERTEs de 2020 se regularon para evitar millones de despidos en las primeras semanas de la pandemia (más de 10.000 despidos se evitaron en Palencia de marzo a junio) y para mejorar las prestaciones por desempleo, si esto no se ha hecho, pues todos iguales.

Si por no ponerse de acuerdo en el tipo de goma con la que deben estar hechas las pelotas antidisturbios, y otras pijadas más, no se reforma la Ley Mordaza, cuando vuelva a gobernar la derecha con la ultra, única suma que le vale al PP, volverán las detenciones de manifestantes, los procesamientos de sindicalistas, las multas y, hasta la cárcel.

Si el PSOE y Unidas Podemos no dejan de embarcarse en iniciativas divisivas y se ponen, por fin, a explicar en las provincias, en el territorio, las buenas políticas públicas aplicadas para hacer frente a la crisis económica causada por el parón obligado de la pandemia y la actual crisis de coste de la vida. A explicar unas políticas sociales con un reparto justo de los costes lo que ha supuesto que la catástrofe tan pregonada y anhelada por algunos no se produjera. A recordar que en 2012 sólo se rescató a los bancos y se amnistió a los evasores fiscales y, por contra, se maltrató a los trabajadores, a los desempleados, a los empleados públicos y a los pensionistas, a la mayoría social. Si estos meses no se esfuerzan en recuperar esta memoria, poco futuro electoral tendrán.

Tienen que cortar el marco explicativo negacionista de las cifras económicas y del paro. Está crisis la estamos transitando, pandemia y guerra por medio, con más y mejor empleo, con menos desempleados y mejor cubiertos. De poco vale que el 67% de los españoles valoren su situación económica personal como buena o muy buena, si casi el mismo porcentaje (el 64,7%) valora la del país como mala o muy mala.

En diciembre de 2014 llegamos a tener en Palencia 17.540 parados; en diciembre de 2020, el peor dato de la actual crisis, tuvimos 7.000 parados, un 60% menos de paro. Si el catastrofismo, incluso el negacionismo de los datos, no se contrasta, al final la mentira tiene consecuencias de verdad.

Mientras la tasa de cobertura de los parados bajó diecisiete puntos con el Gobierno del PP, con el actual Gobierno ha recuperado ya once puntos. Más de 1.300 parados palentinos mayores de 52 años vuelven a tener hoy el subsidio por desempleo que les arrebató el PP y vuelven a cotizar dignamente para su futura pensión.

Toca arremangarse, lo recuperado, lo avanzado, durará menos que un caramelo a la puerta de un colegio, si vuelven los que gestionaron la crisis de 2012. A veces empiezo a dudar de que haya alguien ahí, en las sedes de PSOE y Unidas Podemos y en las Subdelegaciones del Gobierno.